Desde finales de los cincuenta hasta mediados de los setenta el dominio de MV Agusta en los mundiales de 350 y 500 fue realmente abrumador. Un reinado en las categorías más prestacionales que no se consigue sólo con el pilotaje de nombres tan insignes como John Surtees, Jim Redman, Mike Hailwood o Giacomo Agostini, sino también gracias a una constante puesta al día de las mecánicas. Así las cosas, examinar lo que salió de los talleres de la marca durante aquellos años es toda una lección de ingeniería donde nos encontramos prototipos tan curiosos como la MV Agusta 350 6 cilindros de 1968. Una motocicleta de atrevido diseño que, sin embargo, fue rechazada por el propio Giacomo Agostini.
Pero vayamos paso a paso. De esta manera, lo mejor será retroceder hasta 1956. Año en el que MV Agusta se hizo con los puestos más altos en las cilindradas de 125, 250 y 500. Sin duda todo un éxito, aunque más precario de lo que se pudiera pensar ya que marcas como Moto Guzzi o Gilera estaban afinando nuevas monturas con las que dominar las cilindradas más potentes. Hecho que ocurrió en 1957, con Moto Guzzi llevándose la de 350 y Gilera conquistando el medio litro. Llegados a este punto, es obvio cómo MV Agusta necesitaba un fuerte revulsivo tecnológico de cara a revalidar sus victorias. Punto en el que sus ingenieros decidieron simultanear dos estrategias diferentes.
Por un lado, se desarrolló con urgencia una nueva versión del motor con cuatro cilindros ya conocido en las pistas. Decisión del todo acertada, pues en 1958 MV Agusta se hizo de nuevo con la categoría reina del Mundial para no dejar de ganarla hasta 1974. Soberbio. Sin embargo, por otro lado se optó también por una vía de trabajo experimental en la que se preveía un motor con más cilindros, capaz de subir todo lo posible en materia de revoluciones. Algo, de hecho, muy en la línea de lo que Moto Guzzi había hecho con su sorprendente V8 Ottocilindri de 1955. Con todo ello, para 1957 al fin se empezó a testar sobre los trazados italianos la MV Agusta 350 6 Cilindros. Un atrevido diseño que, sin embargo, sólo llegó a competir una vez.
Este prototipo se desarrolló en 1968 retomando la idea que ya se había puesto en práctica en 1957. Eso sí, en ambos casos el final fue el mismo debido al exceso de peso
MV Agusta 350 6 Cilindros 1968, un diseño por partida doble
Obviamente un motor más grande puede dar lugar a más potencia. Eso está claro. Sin embargo, de cara a transformar la potencia en velocidad interfieren muchos más factores que la simple cilindrada o el número de revoluciones que se puedan alcanzar. De esta manera, el peso aparece como un elemento decisivo en el comportamiento de cualquier motocicleta, unido a la facilidad o no que ésta tenga a la hora de enlazar curvas en los trazados más revirados. Puntos en los que la MV Agusta 350 6 Cilindros flaqueaba, ya que su motor con más pistones también pesaba bastante más que los tradicionales de cuatro.
De hecho, sólo llegó a tomar la salida en un GP tras haber sido desarrollada casi en secreto por el piloto Nello Pagani. Precisamente el mismo que la llevó en aquel GP de las Naciones poco antes de acabar la temporada de 1957. Una cita en la que la MV Agusta 350 6 Cilindros se confirmó como una máquina ágil a la hora de subir de vueltas, pero al mismo tiempo demasiado pesada e ingobernable. Si a ese le sumamos la retirada de Gilera de cara al siguiente año, desde MV Agusta se dio carpetazo a este modelo experimental.
Así las cosas, lo de crear una montura con seis cilindros parecía una de esas notas al pie de página en la historia de cualquier marca. Sin embargo, para finales de los años sesenta se volvían a repetir las circunstancias históricas concitadas en los cincuenta. Eso sí, esta vez la amenaza no venía representada por Moto Guzzi ni Gilera, sino por las nuevas y vigorosas marcas japonesas que estaban acrecentando su dominio gracias a sus ligeros motores bicilíndricos de dos tiempos. En suma, MV Agusta tenía que volver al tablero de diseño y ahí fue cuando se resucitó la idea de un seis cilindros para las cilindradas superiores.
El desacato de Agostini a la dirección de la marca sólo se entiende gracias al enorme prestigio que ya para entonces gozaba este piloto, con dos mundiales ganados para MV Agusta a espera de muchos más
Y si, así fue, naciendo en 1968 el prototipo de la MV Agusta 350 6 Cilindros. Capaz de llegar hasta las 16.000 revoluciones por minuto con una potencia máxima de 75 CV y una punta de 249 kilómetros por hora. Cualidades sobre el papel bastante sobresalientes, aunque lastradas por el mismo exceso de peso que ya hiciera inviable al modelo de 1957. Es más, debido a la anchura que imponía el bloque transversal de seis cilindros en línea Giacomo Agostini – de aquellas plenamente asentado como líder indiscutible del equipo oficial – la consideraba especialmente incómoda. De hecho, se negó a seguir trabajando sobre ella aún contradiciendo así las órdenes provenientes de la dirección. Un desacato en el que pudo meterse gracias al enorme prestigio acumulado, teniendo en aquel momento dos mundiales de 500 ya ganados para MV Agusta. Así las cosas, el desarrollo de la MV Agusta 350 6 Cilindros se encargó al piloto Angelo Bergamonti quien, por cierto, tampoco consiguió hacer nada especial con ella debido al excesivo peso imposible de subsanar. El problema que llevó, definitivamente, a la clausura del proyecto en 1971.
P.D. Respecto a las fotografías, la única en la que aparece nuestra protagonista es la que preside el artículo. En ella es muy interesante ver la forma del carenado, con un amplio bulto en el lateral para poder acomodar el motor de seis cilindros en línea transversal. La escasez de fotografías relativas a esta máquina se debe a su carácter de prototipo.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS