La primera motocicleta de calle de Buell llegó en 1987 de la mano de la RR 1000 Battletwin, una evolución adaptada a la vía pública del modelo de carreras RW/Road Warrior 750. De este modelo 50 ejemplares vieron la luz gracias a la relación de Buell con Harley-Davidson. Pero cuando esta última desarrolló el motor Evolution de 1.198 cm3 un año después, nació la Buell RR 1200 Battletwin.
Cuando se presentó la RR 1200 Battletwin, Buell apareció repentinamente en la prensa de todas partes, ya que había convertido el potente motor de crucero de la Harley-Davidson XL 1200 Sportster en una street fighter. Buell construyó 65 unidades, causando sensación dado que por fin había una Harley-Davidson que podía competir en la carretera o en la pista con rivales europeas y japonesas. La RR 1200 Battletwin fue la visión de Buell de la superbike de los años 90.
A primera vista puede no enamorar, pero captó la atención de todo el mundo y el compendio de las unidades se agotaron rápidamente. De hecho, es una máquina notablemente atractiva entre los entusiastas y coleccionistas de motocicletas. Y todas ellas se vendieron con las mismas especificaciones cromáticas: negro, blanco, amarillo y rojo. Queda patente que no es una moto para pasar desapercibido. Ver una atrae la atención, por lo que cumplía con su objetivo.
Una versión modificada de la Buell RR 1200 Battletwin consiguió alcanzar en 1991 una velocidad máxima de 307,1 km/h en las salinas de Bonnevillle, marcando récord absoluto en su clase
El bloque es un V-Twin a 45 grados de cuatro tiempos con una pareja de válvulas por cilindro. Con la ayuda de un carburador Keihin de 40 milímetros de diámetro entrega 60 CV a 5.000 RPM. La potencia no resulta abrumadora, pero la construcción de la RR 1200 Battletwin la hacía 32 kilos más ligera que la XL 1200 Sportster. De hecho, de los 170 kilos que marca sobre la báscula, la mitad corresponden al motor.
Dicho corazón está montado sobre soportes de goma y se empareja con una transmisión manual de cuatro velocidades y un par de discos de frenos con pinzas de cuatro pistones -diseñados por el propio Buell- en la parte delantera, y un solo disco monopistón en la parte posterior. La suspensión contaba con una horquilla telescópica en el eje anterior y un amortiguador -montado bajo el motor- en el posterior.
Durante los años venideros Erik Buell refinó los conceptos de dinámica europea, precisión japonesa y potencia americana mientras continuaba manteniendo una estrecha relación con Harley-Davidson. A mediados de los 90, el gigante estadounidense comenzó a invertir en Buell y, finalmente, adquirió el 98 % de la compañía. Gracias a este movimiento, pudimos ver algunos modelos como la fantástica X1 Lightning antes de que Harley retirase todo su apoyo en 2009.
Fotografía de portada: revista Cycle, abril de 1989
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.Como me gustaban y me gustan las Buell, una pena lo que HD hizo con esta peculiar marca, con ciertas soluciones alternativas que me gustaban, además de esos personales motores HD.