Ducati se encontró con toda clase de críticas y comentarios negativos con el lanzamiento de la 999, una motocicleta que nació con el estigma de tener que reemplazar a la saga 916-996-998 y que sin esa carga, quizá, habría sido un modelo mejor valorado incluso en el apartado estético. De hecho, ese fue el principal problema de la Ducati 999 y la comparación con su antecesora fue una constante.

Así, cuando tocó renovar la Superbikes, Ducati volvió al redil y lanzó la Ducati 1098, una moto que se notaba claramente que estaba inspirada en la saga Ducati 916-998 y que, por si nadie se ha dado cuenta, resultó ser un éxito y las críticas hacia la Ducati 999 se recrudecieron incluso tras su cese de producción. Pasa incluso en las mejores familias, en todos los lados hay un patito feo que esconde un cisne, pero nadie lo quiere ver.

La cuestión es que la 1098 evolucionó como la mítica saga diseñada por Tamburini y cuando tocó evolucionar, aumentó el desplazamiento del motor, mejoró detalles de chasis y electrónica, pero mantuvo la imagen original. Y de esta forma, apareció la Ducati 1198 en 2009 y logró hacer que los críticos que odiaban la 999 se olvidaran de ella por completo. La Ducati 1198 se convirtió rápidamente en una de las mejores monturas que desarrolló la firma italiana.

Cuando se lanzó la Ducati 1198, el panorama de las deportivas bicilíndricas tenía dos protagonistas muy interesantes: la Aprilia RSV 1000 y la KTM RC8, aunque ninguna llegó a ofrecer el nivel de prestaciones que alcanzó la Ducati, y eso que Aprilia, como buena firma italiana, tenía versiones R y Factory que elevaban el conjunto a un nivel espectacular. Sin embargo, la magia de la Ducati, además de su chasis mutitubular, estaba en el motor, el Testastretta Evoluzione, cuyo estreno se llevó a cabo en la 1098R de 2008.7

Hablamos de un dos cilindros típico de Ducati, con 1.198 centímetros cúbicos, distribución desmodrómica, cuatro válvulas por cilindro, inyección Marelli y nada menos que 170 CV a 9.750 revoluciones y 131,4 Nm de par a 8.000 revoluciones. Comparado con cualquier Superbike moderna, como la misma Ducati Panigale V4, las cifras de potencia y par son limitadas, pero en aquel momento era uno de los motores de dos cilindros más potentes del mercado. Se dice que a la rueda entregada 156 CV y 123 Nm de par…

La Ducati 1198 fue capaz de lograr dos títulos mundiales de Superbike, algo que no logró, por ejemplo, la Ducati Panigale que la reemplazo en el catálogo de la marca. Hoy día sigue siendo muy rápida y no habrá otra moto en las concentraciones con tronar como esta, a no ser que te encuentres con una Ducati 996 con escapes Termignoni, en cuyo caso, la guerra de sonido estará servida.

Destacar, al menos según decían las pruebas de la época, que no era una moto tan radical como las 916-998, pero sí era algo más incómoda que la Ducati 999, cuya posición al volante era algo más plana.