Moto del día: Gilera 503 Replica

Moto del día: Gilera 503 Replica

La Replic-Racer de 50 cc de la casa de Árcore


Tiempo de lectura: 5 min.

Dicen que soñar es gratis, y a comienzos de los 90 cualquiera que fuera un ferviente amante de las dos ruedas se tiraba buena parte del día entre ensoñaciones de la que podría ser su futura montura. Si a esto le añadimos el tener 14 o 15 años y unas ansias de libertad desbocadas, entonces casi con total seguridad la mayoría de vosotros tuvisteis sueños húmedos con alguno de aquellos espectaculares ciclomotores que, por aquellas fechas, aterrizaban en la mayoría de mercados europeos.

De todos ellos, hoy os queremos mostrar uno de los que encandiló a la juventud de aquellos años, la Gilera 503 Replica -por 50 cc y tres velocidades, de ahí la nomenclatura de este modelo- y que solamente con echar una ojeada rápida a sus líneas estoy seguro que incluso hoy más de uno de nosotros desearía tener una de estas en la cochera.

Si a ello le sumamos un pequeño propulsor 2T de casi 50 cc, cargado de mala leche y ganas de guerra, os aseguro que el resultado final nos generaría una sonrisa de oreja a oreja una vez puestos a sus mandos. Conozcamos su historia.

Por aquellas fechas, además, la marca italiana competía en la categoría de 250 cc dentro del Mundial de Motociclismo con el Gilera Racing Team, teniendo como pilotos en la temporada de 1992 a Jean-Philippe Ruggia y Carlos Lavado, que terminarían aquel mismo años en las posiciones 17º y 19º, respectivamente, en la clasificación general de pilotos.

Más allá del resultado final, aquella temporada Gilera aprovechó para dotar a diversos modelos de la marca de la librea que decoraba a su RSR GP 250 de competición. Una de aquellas motocicletas elegidas para ello sería la Gilera Bullit, de la que ya te hablamos hace unos días, y por supuesto nuestra protagonista de hoy, la Gilera 503 Réplica, ambas en cualquier caso portadoras del mismo propulsor.

La Gilera 503 Replica formaba parte de una nueva generación de ciclomotores que, a comienzos de los 90, revolucionaban el segmento gracias a unas líneas derivadas de sus hermanas de mayor cilindrada y unos potentes propulsores 2T

Se trata de un motor de dos tiempos y 49,93 cc refrigerado por agua cob unas cotas internas de 39×41,8 mm, alimentado por un carburador Dell’Orto de 12mm de paso y asociado a una caja de cambios de tan solo tres relaciones. Con el pasar del tiempo se sustituyó por otra de cuatro velocidades, capaz de flirtear con los 100 km/h una vez deslimitada tras su matriculación.

Gilera 503 Replica 2

Fotografía: brusadel (Bikepics.com)

En el caso de la Gilera 503 Replica todo se sobredimensionaba, ya que tanto en la parte ciclo como a nivel de cotas o componentes, bien habría poder servido como base de una 80 cc. En cualquier caso, un chasis doble viga sería el encargado de concederle una rigidez fuera de toda duda.

A él se anclaría un equipo de suspensiones compuesto por una horquilla telehidraúlica en el frontal conformada por barras de 32 mm, mientras que en la zaga se optaría por monoamortiguador apoyado sobre el basculante trasero.

Elementos como un chasis de gran envergadura, una potente frenada o un equipo de suspensiones de primer nivel, eran parte de la esbelta Gilera 503 Replica, sin olvidarnos por supuesto de su enérgico propulsor de apenas 50 cc

La frenada se componía por un disco de 270 mm en el eje delantero y de 240 mm de diámetro en el posterior, ambos mordidos por pinzas de dobles pistón y ensamblados en llantas de doble medida. Estas iban calzadas con neumáticos Pirelli MT75 II 90/90 R16 delante y 110/90 R17 atrás.

Gilera 503 Replica 4

Fotografía: Manuel82 (Bikepics.com)

En cuanto a cotas se refiere, la Gilera 503 Replica medía a lo largo 1.915 mm, a lo ancho 670 mm y entre ejes 1.282 mm. La altura del asiento estaba a 770 mm desde el suelo, mientras que el peso declarado en seco llegaba hasta los 92 kilogramos. Su depósito de combustible cubicaba 11 litros.

Estéticamente hablando, esta pequeña 50 cc estaba a medio camino entre la mítica Gilera Crono 125, sobre todo en la zona que va desde el asiento del piloto hacia atrás, y en la futurista CX 125, empleando un carenado tipo Aero totalmente cerrado y unidas sus partes entre sí, algo no precisamente bueno en cuanto a refrigeración, pero que le concedía una imagen realmente cautivadora.

Si a ello le sumamos un cuadro de instrumentos idéntico a la Crono 125, únicamente variando las escalas de velocímetro y cuentavueltas o una tija de grandes dimensiones fabricada sobre una pieza mecanizada, nos podemos hacer una idea de lo que sentiría un chaval de la época cuando le tocaba la lotería de poder tener una en propiedad.

Gilera 503 Replica 3

Fotografía: brusadel (Bikepics.com)

Otros detalles como una tapa de colín desmontable, arranque eléctrico, cúpula frontal ahumada o unos espejos retrovisores realmente bonitos anclados a esta, eran parte del pastel con el que soñaban los adolescentes aquellos años mientras se mantuvo en el mercado.

Con un precio final de 4.100.000 liras en Italia, unas 352.000 pesetas de la época en nuestro país -unos 4.185 euros actuales si aplicamos el tipo de inflación desde entonces- estaba al alcance de unos pocos y esos no eran precisamente españoles, ya que aquella preciosa 50 cc no llegó hasta nuestras fronteras.

Por lo tanto, hubo que esperar algunos años más hasta que debutaran ciclomotores de este estilo como la Aprilia RS 50 o la Yamaha TZR 50 Thunderkid, todos ellas unas verdaderas Replic-Racer en miniatura.

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J. Rubio

Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.

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