Hoy tenemos como protagonista a este singular scooter, el Heinkel Tourist, fabricado por la empresa alemana Heinkel Flugzeugwerke. Esta había sido fundada en 1922 por Ernst Heinkel, un diseñador y empresario germano que se dedicaría inicialmente a la construcción de aviones para la Luftwaffe, la rama militar aérea del III Reich comandado por el partido Nazi alemán.
Tras la Segunda Guerra Mundial Heinkel dio un nuevo enfoque a su empresa -no tenía otra- y comenzó a partir de 1953 con la construcción del primero de los Tourist, que posteriormente tendría hasta cuatro versiones más en el periodo en el que se comercializó, hasta 1965. Aquel vehículo sería considerado por muchos como el Rolls-Royce de los scooter, gracias a una silueta muy personal y un gran nivel de detalle en todos sus acabados.
Por otra parte, el Tourist destacaba en otro aspecto respecto su competencia más directa del momento, Vespa y Lambretta; su propulsor. Era un cuatro tiempos en cualquiera de sus versiones, algo que lo dotaba de una buena fiabilidad y un mantenimiento menos asiduo que en cualquiera de sus rivales coetáneos. Así que, para 1953 la marca alemana lanzó al mercado la primera variante, denominada Tourist 101 A0, que llevaba un monocilíndrico cuatro tiempos de 149 cc y refrigerado por aire, asociado a un cambio manual de tres velocidades.
Aquella primera versión dio paso al Tourist 102 A1, que llegó en 1954 y ya incorporaba el propulsor de 174 cc, común en las siguientes variantes. El motor seguía manteniendo la misma arquitectura mecánica, pero el sistema eléctrico pasaba a ser de 12 V, antes de 6 V, y el arranque gozaba de un motor eléctrico. Otros cambios destacables los encontraríamos en la alimentación, por ejemplo, con un carburador de 20 mm de paso de la marca Pallas, siendo de 18 mm y suministrado por Bing en la versión 150.
El Heinkel Tourist podríamos considerarlo como el scooter Premium de la mitad del siglo pasado, gracias a su motor de cuatro tiempos y un nivel de acabado por encima de la competencia
Las cotas internas crecieron tanto en diámetro como en carrera, contando con unas medidas finales de 60×61,5 mm. El cambio de tres relaciones con accionamiento en el puño se mantuvo y mandaba a la rueda posterior los 9,5 CV de potencia que lograba extraer de su motor, cifras más que respetables teniendo en cuenta el tipo de vehículo y las fechas en la que se comercializó.
Con estas características técnicas el Heinkel Tourist 175 era capaz de alcanzar una velocidad máxima en torno a los 100 km/h, consiguiendo de este modo moverse de una forma holgada por cualquier tipo de vía. En la parte ciclo era quizás donde este scooter tenía sus mayores pegas, sobre todo en lo referido a su tamaño y construcción, que lo hacían llegar hasta los 133 kilogramos de peso, dado que la mayor parte de sus componentes estaban fabricados en acero.
Prueba de ello es su chasis tubular, aunque este le confería una gran rigidez estructural que se traducía en un buen aplomo en carretera. La horquilla frontal era de tipo telescópico y atrás montaba un bastidor monobrazo donde se anclaba el motor. La cadena, por su parte, quedaba dentro de un guardacadenas anclado al bastidor, con engrasador incorporado, que la cubría por completo, logrando así una mejor conservación en general.
Estéticamente, destacaba por unas dimensiones amplias, con un carenado completo que cubría toda la parte mecánica y de bastidor. Pero el Tourist además contaba con multitud de detalles que hacían entrever que estábamos ante un scooter Premium. Por ejemplo, la gran profusión de cromados en diferentes partes como manillar, retrovisores o defensas. También elementos como una guantera tras su frontal o un piso donde apoyar los pies, fabricado en una sola pieza de aluminio.
A partir de agosto de 1955 se empezó a fabricar una nueva variante denominada Tourist 103 A0, en la que además de unas llantas de 10 pulgadas de nueva factura -antes de 8 pulgadas- se montaba una caja de cambios de cuatro relaciones y se incrementóla potencia hasta los 11 CV a 5.750 RPM.
Pero el mayor problema del Tourist seguía creciendo, y ese no era otro que su peso final, que alcanzaba la cifra de los 148 kilogramos en orden de marcha, por lo que las maniobras en parado no serían su fuerte. En cualquier caso, siguió manteniendo la misma suavidad y aplomo que las versiones anteriores.
Tras 12 temporadas en el mercado y cinco generaciones a lo largo de aquel tiempo, el Heinkel Tourist decía adiós con un bagaje realmente bueno en cuanto a ventas
Dos años más tarde, en 1957, llegó la cuarta generación del Tourist con la variante 103 A1, en el que hubo una revisión profunda del propulsor, sobre todo para hacerlo aún más suave en su funcionamiento. Es por ello que llevaba soportes de goma en los anclajes al bastidor, minimizando las vibraciones provenientes de este al resto del conjunto.
Un manillar de nuevo diseño y material más resistente, junto a un cuadro de instrumentos situado bajo este, fueron las novedades más reseñables de la penúltima evolución del scooter bávaro. En el verano de 1960, y hasta el 31 de diciembre de 1965, se produjo la última actualización de aquel singular vehículo, denominada como Heinkel Tourist 103 A2.
En esta quinta generación se decidió sustituir la horquilla delantera telescópica por otra con un sistema diferente y más eficiente. Estéticamente se rediseñó la parte trasera, donde iba anclada la rueda de repuesto, siendo esta totalmente diferente a la de las cuatro versiones anteriores e inservible para ninguna otra variante.
Tras 12 años de comercialización en Alemania, algunos paises de Europa, y unos pocos ejemplares a EEUU, el Heinkel Tourist decía adiós con un total de 156.100 unidades fabricadas a lo largo de aquel periodo.
En la actualidad, este curioso scooter está muy valorado por los fanáticos y coleccionistas de vehículos de este estilo y asiduos a clubes de Vespa o Lambretta, entre otros. Con precios que rondan entre los 4.000 y los 8.000 euros por unidades en buen estado, podemos hacernos con algún ejemplar para restaurar por algo más de 1.000 euros.
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J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.COMENTARIOS