Moto del día: Honda CBF 500

Moto del día: Honda CBF 500

Una compañera incansable


Tiempo de lectura: 8 min.

Creo que es una suerte tener la oportunidad de poder dedicarle unas líneas a algo que te gusta, en mi caso suele ser un modelo de moto que admiro o que me llama la atención, y la verdad es mucho mas gratificante cuando puedes trasmitir acerca de una moto que has probado, o sobre la que has compartido como es en este caso varios miles de kilómetros y muchas experiencias. La moto del día que os traigo hoy, la Honda CBF 500, me ha acompañado desde 2011 hasta hace unos meses, y creo que otros artículos han salido del teclado de mi ordenador antes que este, por que aún me cuesta saber que no voy a verla cuando baje al garaje.

Su venta fue motivada más por la insistencia de su nuevo dueño, que por decisión propia, por lo que el contacto no lo hemos perdido, además me prometió que de vez en cuando podría darle un paseo -era parte del trato-. Sé que se queda en buenas manos.

Mi compañero Gonzalo ya nos habló del modelo predecesor, la CB 500, que posee el mismo propulsor con distintos ajustes, aunque con una estética y una parte ciclo que se encuentran bastante mas desfasados tanto visual como en comportamiento dinámico respecto al modelo que nos ocupa. La CBF 500 surgió como un movimiento de Honda para actualizar el modelo CB, un modelo económico de bajo mantenimiento, que tan buen resultado le había dado tanto en ventas como en fiabilidad.

Honda CBF 500 1

Así que los Japoneses decidieron crear una nueva moto sin tener que desarrollar un nuevo propulsor antes de que las normativas anticontaminación terminasen casi al completo con los modelos de carburación. Si además tenemos en cuenta que utilizó la gran mayoría de componentes de su hermana mayor, la Honda CBF 600, la marca se sacó de la manga un modelo casi sin tener que desarrollarlo y que nos encandiló a los que teníamos el carnet recién sacado y ganas de una moto media.

A grandes rasgos os podría contar que es una moto que se defiende muy bien en todos los ámbitos, sin destacar especialmente en ninguno de ellos, hace bien todo sin despeinarse y sobre todo sin exigirte ni ponerte en aprietos, y a veces me he sorprendido rodando con motos que la doblaban en potencia y cilindrada sin ser un estorbo ni un lastre para ellos. En ciudad la moto se mueve muy bien, sus 183 kg de peso están bien compensados y nos permite serpentear entre el tráfico sin grandes dificultades gracias a los buenos bajos que nos aporta el propulsor, en carretera abierta no es una bala, pero sus 56 CV le permiten un 0-100 en 5,3 segundos y una punta de 185 km/h -esto último me lo han contado-.

En las autopistas y autovías no es donde se sentirá más a gusto, y no tanto por falta de potencia, ya que cumple bastante bien, sino por la ausencia de un carenado que nos aporte protección aerodinámica. Su consumo es sobre unos 6 litros en uso mixto y curiosamente inferior si solo la utilizamos por ciudad. No creáis lo que leáis en algunas pruebas sobre que esta moto es capaz de realizar consumos inferiores a 5 litros, a no ser que vayáis pisando huevos a por una barra de pan a la vuelta de la esquina.

Honda CBF 500 3

El motor es un dos cilindros en paralelo de 499cc y refrigeración líquida, trata de imitar estéticamente a uno de refrigeración por aire debido al aleteado de sus cárteres, pero a nada que seamos un poco observadores veremos el radiador frontal y los manguitos de entrada y salida al motor. Posee 8 válvulas, con doble árbol de levas (DOHC) y rinde 56 CV a 9.500 RPM con un par de 4,7 kgm a 8.000 RPM. Va asociado a un cambio de seis velocidades de funcionamiento suave y muy bien escalonado, aunque al menos en mi unidad a veces era difícil encontrar el punto muerto en parado.

Está alimentado por dos carburadores Keihin de 34mm con estárter manual situado en el lateral izquierdo -algo que solo utilizarás los fríos días de invierno-. El filtro de aire se encuentra también situado en el lateral, por lo que su cambio y limpieza es muy sencillo, quitar una tapa y listo. El funcionamiento general del motor es muy agradable, se encuentra bastante lleno en todo el régimen de revoluciones, con un empuje constante a excepción de un pequeño bache sobre las 6.000 RPM que no es molesto, y que se puede solucionar en parte con un filtro de aire que deje pasar un poco más de flujo de aire.

La durabilidad es impresionante, en los años que la he tenido no ha tenido ninguna avería y conozco varios casos en los que el motor está por encima de los 100.000 kilómetros y alguno concreto en los 200.000 km

La parte ciclo consta de unos componentes sencillos pero funcionales, de hecho funcionan mejor de lo que cabría esperar. El chasis es un monoviga de acero al que se ancla un basculante doble de sección rectangular también de acero. La suspensión trasera consta de un amortiguador con ajuste en precarga con siete posiciones, de 125 mm de recorrido. La horquilla delantera es de tipo convencional sin ningún tipo de reglaje, posee barras de 41 mm con 120 mm de recorrido.

Honda CBF 500 2

El apartado de frenos, aunque sencillo, es bastante efectivo para parar con contundencia el peso de la moto, partía de un conjunto formado por un disco delantero de 296 mm accionado por una pinza de dos pistones marca Nissin y un trasero de 240 mm accionado por una pinza de un único pistón. Existió una versión con ABS que se vendía como opcional. Las ruedas por su parte son ambas de 17 pulgadas en medidas 120/70 y 160/60 para el eje delantero y trasero respectivamente, suficientes para la estabilidad de la moto sin mermar su potencia y consumo.

La posición de conducción es muy cómoda, con una ergonomía muy conseguida, algo a lo que Honda acostumbra en prácticamente todos sus modelos, en el que todos sus mandos siempre se encuentran en el sitio donde deben estar. La instrumentación es sencilla aunque elegante, se encuentra presidida por dos esferas analógicas de muy fácil lectura, la izquierda posee el velocímetro y una pequeña pantalla digital en la que se muestra el odómetro total, y dos parciales que nos ayudarán con los repostajes, ya que no posee nivel de combustible, aunque sí un testigo de reserva.

La esfera derecha es el tacómetro y en su parte baja se encuentra el nivel de temperatura de funcionamiento del motor. Entre las dos esferas encontramos una serie de testigos luminosos para indicarnos la reserva de combustible, accionamiento de luces de carretera, bajo nivel de aceite o accionamiento de intermitencias.

Honda CBF 500 4 El asiento se encuentra en una posición baja -765 mm al suelo-, lo que hacía que con mi humilde “metro setenta” llegase al suelo con los dos pies, y te sitúa en una posición que te hace sentir “dentro” de la moto. Es cómodo, aunque tras un par de horas sentado machacando kilómetros acaba haciéndote resentir esa zona tan noble que tenemos al finalizar la espalda; aunque ésta es cierto que no te dolerá lo mas mínimo al llevar una posición bastante erguida.

La protección aerodinámica podríamos decir que es buena dentro de que hablamos de una moto naked, y si ponéis una pantalla derivabrisas ganaréis bastante en este sentido, aunque romperá la estética del modelo. En la foto siguiente podéis observar que yo llevo una pequeña cúpula, es un modelo original de Honda, pero si os soy sincero es mas por estética que por funcionalidad, aunque si adelantamos la posición sobre el manillar, el viento es desviado sobre la parte alta del casco, molestándonos en menor medida cuando circulamos a alta velocidad.

El mantenimiento de esta moto es muy sencillo y económico, los cambios de aceite se realizan cada 6.000 km o al año, y al no tener carenado es muy fácil de realizar con mínimos conocimientos de mecánica. Todo está muy a la vista y no necesita de herramientas costosas ni muy específicas, el coste aproximado es de unos 30 euros con filtro si decides hacérselo tú, al igual que el anticongelante, que también es muy sencillo de cambiar, o el juego de pastillas de freno o cambio de líquido de frenos, te ahorrarás bastante dinero y aprenderás muchísimo.

Lo mas costoso en esta moto serán los reglajes de válvulas, que se realizan cada 24.000 km, y que en mi caso cuando se miraron no fue necesario realizar ajustes, pero esto depende mucho del uso del vehículo y la conducción de cada persona, aún así la factura no debería subir mucho de los 200 euros.

Honda CBF 500 5

En definitiva, es una moto con la que divertirse y aprender sin preocupaciones. Es difícil que si la buscas en el mercado de segunda mano tenga averías graves, aunque siempre debes revisarla y si tienes dudas acudir a un profesional. Probablemente encontrarás unidades con muchos kilómetros a sus espaldas, pero no deberías asustarte si está bien cuidada y con sus mantenimientos al día.

¡Hasta pronto compañera!

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Sobre mí

Jesús Guillermo Pozo

Nací entre las historias de mi abuelo sobre su Derbi 125 Especial y el terrorífico sonido del escape 4 en 1 de la GPX 600 de mi tío y la belleza de su Vmax 1200. Mi padre, fue mi primer profesor con su viejo SEAT 127, y mi madre, cuenta que aprendí las marcas de los coches antes que el alfabeto.

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COMENTARIOS

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Francisco Javier Negrín Morales
Invitado
Francisco Javier Negrín Morales

Estimado Guillermo. Interesante su artículo. Cada vez más creo que es el estilo de moto que me interesa. Vengo de una scooter Peugeot SV 125 y ahora estoy con el examen practico de A2. Llevo meses mirando y ese modelo y estética me gusta mucho. Aunque hay un modelo con ABS que ya le tengo echado el vistazo y estoy a la espera de tener el permiso para comprarla. La gente habla bien de esa moto. Y mi pregunta sería qué diferencia hay sobre la cbf 600 abs (2005 / 2006) al margen de la potencia? Así mismo imagino que… Leer más »

Javier Costas
Suscriptor

Hola, Francisco Javier. También tenemos esa moto del día: https://motos.espirituracer.com/motodeldia/moto-del-dia-honda-cbf-600-s/

Javier
Invitado
Javier

Gracias por su respuesta.
Saludos.


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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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