Moto del día: Honda CBF 600 S

Moto del día: Honda CBF 600 S

Polivalencia sin complicaciones


Tiempo de lectura: 4 min.

Hoy toca hablar de la Honda CBF 600 S, una moto carenada, polivalente y con motor tetracilíndrico como principal carta de presentación. El modelo se puso a la venta en 2004 y en cierta medida parecía que era la respuesta de Honda a la superventas Yamaha FZ6 Fazer.

La idea de ambas motos era la misma: motor tetracilíndrico, parte ciclo sencilla pero eficaz para mantener el precio del modelo en valores bajos, y una gran polivalencia. La Honda CBF 600 S es de esas motos que valen un poco para todo. Es como si fuesen las trails asfálticas de comienzos de siglo, solo que sin maletas de aluminio, ni luces auxiliares ni barras protectoras.

Esta moto tenía un compromiso muy bueno entre deportividad y comodidad. El carenado daba mucho juego de cara a realizar largos viajes por autovía, y la ergonomía era un término medio entre una posición al ataque cargando mucho en el tren delantero y llevar la espalda completamente erguida.

Honda CBF 600 S (5)

Honda CBF 600 S (2004)

En el día a día era una moto que se dejaba disfrutar, ya que su conducción no era muy exigente ni complicada. El peso del conjunto alcanzaba los 220 kg, por lo que no era especialmente ligera, pero, aun así, gracias a la reducida altura del asiento y el amplio manillar elevado, se podía gobernar con bastante solvencia, incluso por manos poco experimentadas. De hecho, esta moto estaba pensada para un tipo de comprador que acababa de llegar a esto de las motos “grandes” y quería un vehículo escuela para ir haciendo manos, pero sin correr más riesgos de la cuenta.

A la hora de hacer curvas, su agilidad y buenas geometrías daban mucho juego en carreteras de doble sentido y puertos de montaña, mientras que, de cara a grandes rutas, el tetracilíndrico permitía mantener altas velocidades de crucero sin desfallecer ni ir forzado.

A mitad de su vida comercial, en 2008, el modelo sufrió un restyling, no sé si procede hablar de segunda generación, la verdad. Los cambios a nivel técnico eran importantes y afectaban a lo más inherente de la moto.

Honda CBF 600 S (4)

Honda CBF 600 S (2008)

Se cambiaba el chasis, que pasaba a estar construido en aluminio en vez de acero. Pero es que además se cambiaba el motor. Hasta 2008 la moto empleaba el propulsor de la Honda CB 600 F Hornet, pero en esta segunda generación se incorporó el propulsor de la Honda CBR 600 RR, con inyección electrónica pero dulcificado y descafeinado respecto a la moto deportiva para así ofrecer un mayor agrado de uso.

Al final la potencia se quedaba en unos modestos 77 CV y sin mucho nervio ni pegada abajo (para eso siempre es mejor un buen bicilíndrico). Quizá este fue el principal escollo de cara a la comercialización del modelo. En el concesionario de enfrente tenías la ya mencionada Fazer que se plantaba en los 100 CV con idéntico esquema motriz: tetracilíndrico en línea de 600 cm3 derivado de la Yamaha YZF-R6.

A nivel de calidad constructiva y de diseño esta moto era 100 % Honda, pese a que se desarrolló por Honda Italia y estar enfocada eminentemente en el viejo continente. A nivel estético tiene ese sello de las motos de la marca: es muy sobria, bien hecha, pero sin guiños ni “locuras” que nos alegren la visa. Algunos la tildarán de sosa.

Honda CBF 600 S (1)

Honda CBF 600 S (2004)

Hoy en día se pueden encontrar de segunda mano a precios de en torno a 2.000 euros para las unidades carburadas de prestyling o unos 3.500 si os queréis ir a por la última edición. En mi opinión, el problema de esta moto es que hay cosas mejores por ese precio, justo como le ocurría al modelo cuando era nueva.

Si os gustan los bicilíndricos, la Kawasaki ER-6F o la Suzuki SV 650 S me parecen motos más agradables para el día a día, más juguetonas en curva y más austeras en gasto. Si por el contrario no queréis renunciar a la suavidad y estirada de un buen tetracilíndrico, entonces yo tiraría a por la ya citada Yamaha FZ6 Fazer, que es lo mismo, pero mejor.

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Gonzalo Lara Camarón

Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.

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