La Kawasaki Versys 650 es una moto que no se deja ver mucho, en especial en esta primera generación de la que vamos a hablar hoy. El modelo se presentó en 2007 y fue una de las pioneras en definir el segmento trail asfáltico, que tantos modelos de otras marcas ha parido después.

A medida que evolucionaban las trail estaba claro que una buena parte de sus compradores no tocaban lo marrón en su vida, y que ofrecer buenas prestaciones en esta superficie penalizaba de manera importante el comportamiento sobre el asfalto, que al final es donde muchos iban a rodar en exclusiva toda su vida.

Entonces los señores de Akashi vieron que tenía sentido diseñar una moto que cogiese todos los elementos del trail que demandaba la gente, postura de conducción relajada y estética aventurera… y quitar lo que sobraba: las prestaciones offroad. Lo mismo ha pasado con los crossover y los turismos.

Al final la Kawasaki Versys 650 cumplía a la perfección con esto y en líneas generales me parece una moto muy correcta. Sin embargo, en esta primera generación cometieron un error de diseño y parece que la óptica frontal tan…  vamos a decir peculiar, no cuajó muy bien entre el público.

Quizá esta sea una de las causas por las que es difícil toparse con una moto de estas por las calles de España. La otra causa la podíamos encontrar sin salirnos del concesionario de la marca japonesa y se llamaba Kawasai ER-6f.

La Kawasaki ER-6f en lineas generales venía a hacer lo mismo que la Versys. De hecho, en muchos aspectos eran la misma moto, ya que los japoneses crearon tres modelos diferentes: ER-6f, ER-6n, y Versys a partir de un mismo motor, bastidor y electrónica, pero modificando la ergonomía aquí y allá cambiando la posición del asiento, las estriberas y el manillar. Las motos también llevaban setups de suspensión y el motor un poco afinado a su uso concreto.

Y teniendo esto en cuenta, tanto la Versys como la ER-6f eran motos muy racionales, enfocadas en el confort y la facilidad, que servían para viajar con agrado por carretera pero también como vehículo de rutina y el día a día. Se quitaban ventas la una a la otra, y en esta guerra, el menor precio de la ER-6f y su belleza más normativa decantaron la balanza a su favor.

Volviendo a la Kawasaki Versys, el nombre venía de versatil system y la idea era tener una moto que sirviera para todo, aunque como ya hemos dicho, por lo marrón va a ser que no. De hecho, la Versys jubiló a la última trail “auténtica” de la casa verde, la Kawasaki KLE 500, de la que os hablamos hace unos días.

A nivel de mecánica, montaba el ya clásico motor bicilíndrico en linea de 649 cc, refrigerado por agua y con ocho válvulas. Una unidad de potencia que sigue empleando hoy en día Kawasaki, con las pertinentes actualizaciones, en su gama de 650 cc.

Parece que los tiempos no cambian y hoy en día seguimos teniendo la Z 650, la Ninja 650 y la Versys 650. Una naked, una sport turismo y una trail asfáltica. Huelga decir que los de Kawa han hilado más fino esta vez y para separar lo suficiente los tres conceptos, a la Ninja 650 la han dado un enfoque más sport y pasional del que carecía su predecesora.

En resumidas cuentas, la Kawasaki Versys 650 de primera generación es una moto racional y práctica que hacía todo bien y además lo hacía por no mucho dinero, como suele ser habitual con todas estas bicilíndricas de media cilindrada; motos honestas que dan “todo lo que necesitas” sin pedir mucho a cambio.

Los consumos rondaban los 4,6 l/100 km, mientras que su velocidad punta andaba cerca de 200 km/h. El modelo sufrió un restyling en 2010, intentando arreglar el estropicio de la careta frontal. En mi opinión, esta vez sí consiguieron un conjunto visualmente muy correcto, aunque tampoco estimuló las ventas en demasía.

En 2014 llegó la segunda generación, que en el fondo era más de lo mismo, pero con cambios aquí y allá para hacerla aun mejor y más apetecible, y esta vez ya sin experimentos en el apartado estético. Mucho más convencional, y mucho más al gusto de todos.