Moto del día: Moto Morini 125 KJ Kanguro

Moto del día: Moto Morini 125 KJ Kanguro

La Kanguro de "octavo de litro" de la marca italiana


Tiempo de lectura: 4 min.

A mediados de los 80 las marcas italianas marcaban el ritmo dentro del segmento de las 125 cc en nuestro país. Si bien es cierto que los japoneses venían empujando fuerte con novedades en todos los campos, las motocicletas transalpinas daban continuamente la réplica con modelos muy logrados, en los que destacaba una estética muy atractiva centrada en algunos casos en sus hermanas mayores.

Es como es el caso de nuestra protagonista la Moto Morini 125 KJ Kanguro, junto a unas mecánicas totalmente contrastadas que ayudaban a lograr ganarse un hueco en cualquier mercado dentro del continente europeo.

La que hoy llega hasta nuestra sección es otra de aquellas trail que abordaban nuestro mercado nacional en el verano de 1986. Derivada estéticamente de su hermana mayor, la Morini 501 XE Camel, la 125 KJ montaba el propulsor ya visto en el modelo urbano 125 T, con algunas mejoras en cuanto a entrega de potencia y el rendimiento final de la mecánica. También hubo versión de mayor cilindrada, Moto Morini 350 Kanguro.

Moto Morini 125 KJ Kanguro 04

Para ello la marca italiana incorporaba el bloque monocilíndrico de cuatro tiempos refrigerado por aire y dos válvulas en culata asociado a un cambio de seis relaciones. La alimentación se daba mediante un carburador Dell’Orto de 24 mm de paso, siendo las cotas internas del propulsor de 59×45 mm y quedando sometido a una compresión de 11,7:1.

La Moto Morini 125 KJ era otra de las muchas octavo de litro que llegaban a nuestro mercado desde el mercado transalpino, en este caso en forma de trail con unas buenas cualidades fuera de la tierra

El resultado eran 13,5 CV de potencia entregados a un régimen de 10.000 RPM, suficientes para poder lanzar a la 125 KJ por encima de los 110 km/h, logrando de este modo convertirse en un modelo muy válido tanto para uso en carretera como por pistas, gracias también a la monta de unos neumáticos de tipo mixto.

En cuanto a la parte ciclo, Moto Morini empleaba en este modelo un chasis simple cuna desdoblado en su parte inferior construido en sección tubular de acero. Por su parte el propulsor quedaba cubierto por un cubrecarter en la zona baja, logrando de este modo proteger la mecánica si optábamos por rodar en zona de campo, con lo que ello conlleva.

Tanto suspensiones como frenada seguían la tónica general del conjunto, siendo capaces de dar abasto si se le exigía a la mecánica, aunque conservando la sencillez propia de una motocicleta de este tipo. Para ello una horquilla telescópica y un monoamortiguador se encargaban de la amortiguación en ambos trenes, ambos con 200 mm de recorrido máximo.

La frenada, por su parte, se distribuía en un disco delantero de 230 mm junto a un tambor de 136 mm en la zaga, todo ello firmado por Grimeca. El conjunto al completo quedaba apoyado sobre sendas llantas multiradio en 21 y 18 pulgadas delante y detrás, respectivamente, calzadas con los mencionados neumáticos mixtos, en este caso suministrados por Pirelli.

Sencillez mecánica y en parte ciclo eran las características más reseñables de la Morini 125 KJ, convirtiéndola en una motocicleta polivalente y económica de mantener

El nivel de equipamiento y acabado se mostraba realmente logrado, ya que Moto Morini no escatimaba en este aspecto en sus motocicletas. Para la 125 KJ en particular incluía entre otros componentes los fuelles protectores de horquilla, parrilla trasera portabultos, caja de herramientas, escape superior tipo bufanda o un completo cuadro de instrumentos, donde sendos relojes a modo de cuentavueltas y velocímetro daban la forma a este. Entre ellos testigos luminosos de intermitencia, posición de larga en la iluminación y llave de contacto completaban la información.

Con un precio aproximado de unas 330.000 de las antiguas pesetas, unos 5.500 euros actuales, se posicionaban por debajo de la mayoría de la competencia, siendo entre estas Aprilia y sus RX 125 la más caras del momento. Actualmente no es sencillo encontrar unidades en nuestro mercado a la venta, y en países como Italia las tenemos a partir de unos 1.000 euros, a lo que si decidimos hacernos con una deberíamos de sumar los impuestos de matriculación, transporte, etc.

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J. Rubio

Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.

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