¿Otra SuperBike? ¿No tenemos ya suficiente con las BMW, Kawa, Suzuki o Ducati? ¿Alguien puede realmente sacar todo el potencial a una Panigale V2 mientras va al trabajo?

Es evidente que estas motocicletas no se pueden ver de una forma racional, son productos emocionales de los que no vas a poder extraer todo su potencial casi nunca, pero que te hacen disfrutar como un niño cada vez que te subes en una de ellas. Esta máquina es rara, única y cara y en las manos adecuadas podría ser el arma definitiva en el circuito.

Así que mi respuesta sería que sí, que hay sitio para esta nueva motocicleta, un juguete muy especial construido a mano y puesta a punto por un ingeniero de lo más peculiar y un mítico corredor de SuperBikes.

Esta historia comienza en la década de los 80. Un legendario fabricante de motocicletas inglés con cierto pedigrí estaba lidiando con todo tipo de problemas en sus creaciones. Poca fiabilidad y fuerte competencia asiática, la cosa pintaba mal. Crighton por aquel entonces era un joven ingeniero recientemente ascendido al departamento de I+D de la compañía y se dio cuenta inmediatamente de que el motor rotativo refrigerado por aire de 588 cc de la compañía estaba siendo infrautilizado. Decidió mostrar las capacidades del motor y aumentó su potencia de 85 a 120 CV, registrando en las pruebas de velocidad una punta de 270 km/h. Semejante desarrollo hizo que la dirección de la compañía se plantease volver a las carreras y Norton apareció por la puerta grande al Paddok.

El equipo de competición literalmente barrió a la competencia y reinó entre 1988 y 1994, cuando la regulación británica prohibió definitivamente los motores rotativos en competición. Esto no fue el final para Crighton ni tampoco para los motores rotativos.

Mucho se ha dicho sobre los motores rotativos inventados por el ingeniero Félix Wankel. Por darte una explicación rápida y quizá demasiado sencilla de cómo funcionan; es un motor de combustión interna que utiliza un rotor de tres lados en lugar de pistones para generar las rotaciones necesarias que mueven el cigüeñal.

Mazda invirtió grandes sumas de dinero en este motor desde la década de los 70 en su legendaria saga de deportivos RX, con el Mazda RX-7 como vehículo más ambicioso y concluyendo su comercialización con el Mazda RX-8 en la segunda década de este siglo. En motocicletas hemos tenido bastantes fabricantes que han seguido este diseño en sus motores, pero realmente nunca llegaron a popularizarse.

Toda esta experiencia de Crighton en Norton es la que le ha servido para el desarrollo del motor de la CR700W. Construido en colaboración con Rotron Power a partir de una aleación de aluminio LM24 de alta resistencia y mecanizado internamente, es un motor muy compacto y ligero, de muy baja fricción, sin apenas vibraciones. Este motor de doble rotor tiene solo tres partes móviles y junto con sus exóticos materiales de construcción y sellado permite que sea extremadamente resistente al desgaste, según Crighton. Su peso en báscula alcanza unos ligerísimos 46 kilos. El Wankel de 690 cc e inyección directa, rinde 220 CV con un par de 142 Nm. El peso del conjunto es de 129,5 kg. Con estas cifras se consigue una relación peso potencia muy similar al de una moto de GP.

Con el trabajo de ingeniería hecho y la producción iniciada en el cobertizo de Rotron Power en Reino Unido, llegó el momento de la puesta a punto de esta fabulosa máquina. Guy Martin, un popular corredor de la Tourist Trophy de la Isla de Man y más conocido como presentador de televisión en su país, ha sido el responsable de afinar este producto. Martin pudo superar el récord de velocidad anterior de la CR700W al registrar una velocidad de 302 km/h. En declaraciones posteriores, el presentador solo tuvo elogios para la motocicleta y el equipo de desarrollo, sugiriendo solo algunos ajustes menores como la recolocación de la palanca de cambio.

La CW700R es una máquina hecha bajo pedido, pensada para las carreras y que puedes elegir para correr en circuito o con preparación de calle. Es una SuperBike en todos los sentidos, aunque se le han hecho algunas concesiones a la comodidad pensando en un usuario menos radical de la motocicleta. El chasis de aluminio muy ligero viene con un monoamortiguador trasero y suspensión delantera Ohlins totalmente ajustables para que cada piloto pueda adaptar la máquina a sus preferencias personales. Los frenos, firmados por Brembo, también están a la altura de las especificaciones de la moto. La ligereza del conjunto ha sido uno de los objetivos primordiales, por lo que se incluyen llantas de carbono y la revolucionaria caja de cambios, muy compacta, está instalada en el chasis, de tal manera que es fácil de reemplazar si hay problemas.

Si tu cuerpo te pide adrenalina y dispones de los 100.000 euros que costará cada uno de estos artefactos, no te lo pienses dos veces, la producción será de solo 25 unidades, así que date prisa.