Hay que ver como cambian las cosas casi sin darnos cuenta. Hace “cuatro días”, las motos chinas eran cualquier cosa menos una compra interesante, a no ser que buscaras simplemente economía y un vehículo de batalla, una mera herramienta. Sin embargo, las motos chinas aprietan de lo lindo, de hecho, los chinos, en todos los sectores relacionados con el mundo del motor, los fabricantes chinos han comenzado a dar golpes a diestro y siniestro. Echar un vistazo al segmento de las cuatro ruedas, ¿qué coches marcan las pautas actualmente? Pues los coches chinos, a los cuales, la tecnología eléctrica les ha dado alas. Y en las motos, sin necesidad de recurrir a la electricidad, también han ganado fuerza. Sí, en parte ha sido a base de comprar marcas de cierto renombre, pero también ha sido base de aprender.

Los chinos, tanto en coches como en motos, ha trabajado codo con codo junto marcas europeas y norteamericanas, obligadas, todo sea dicho, a fabricar sus coches en territorio chino ayudados por las empresas locales. Eso les ha permitido ganar la experiencia necesaria para ofrecer productos de cierto valor, aunque, por supuesto, siempre que se tenga en cuenta el precio. No se puede pedir lo mismo a una máquina de 7.000 euros que a otra de 17.000 euros, obviamente. Mientras se tenga eso en cuenta, las marcas chinas ya no arrastran tanta imagen de “producto malo y de robustez dudosa”, hablar de motos chinas ya no tiene un tono tan despectivo como lo tenía antes y ahora, se pueden permitir el lujo de poner en circulación determinados productos, como ha hecho QJ Motor con su deportiva “de litro”.

El caso de la QJ Motor SRK 1000 RC tiene, no obstante, mucho truco. QJ Motor tiene un acuerdo de colaboración con MV Agusta y ha tirado de banco de órganos de la italiana para dar forma a su deportiva, que resulta, lógicamente, más barato y sencillo que diseñar tus propios componentes. Pero además, también se permiten el lujo de contar con elementos de cierta calidad, ya probados por la marca que se los vende. Y con esto no criticamos a nadie, ni mucho menos, Bimota nunca fabricó sus motores, por ejemplo, mientras que una de las Aprilia más deseadas, la icónica RS 250, tenía un motor de origen Suzuki. ¿Alguien se quejó de esto? Pues no, como tampoco lo hacemos del caso de QJ Motor.

De hecho, la QJ Motor SRK 1000 RC está en el lado contrario de la balanza, donde están los elogios y los halagos, donde están las enhorabuenas y los aplausos, porque, dejando a un lado el uso del motor de la MV Agusta Brutale de 2009, se ha presentado con un diseño tremendamente llamativo. Nadie podría decir que está ante una motocicleta de origen chino, ya que su diseño es más propio de Bimota que de un marca como QJ Motor. El frontal es realmente afilado y es casi todo faros, mientras que el carenado muestra formas muy limpias y formas escuetas y agresivas. El conjunto depósito-colín también cuenta con unas formas atractivas y los escapes, se parecen a las barquillas de la nave estelar Enterprise –la nave insignia de la saga de Star Trek, por si no eres un friki de la ciencia ficción–.

La SRK 1000 RC también llega con otros argumentos, no solo con su imagen rompedora o su motor de origen MV Agusta, porque monta suspensiones Marzocchi y frenos Brembo, así como neumáticos Pirelli Rosso Corsa. Componentes de primer nivel que se combinan con un chasis tubular de acero con pletinas de aluminio y un basculante monobrazo que, por cierto, procede, todo ello, de Varese. Concretamente, de la Brutale 1078 y 1090 RR, con quienes comparte el motor, como se ha comentado antes.

Ese propulsor es un cuatro cilindros en línea, 1.078 centímetros cúbicos y para la ocasión, 144 CV y 112 Nm de par, un poco más “flojo” que las mencionadas monturas italianas, pero la SRK 1000 RC supera la Euro 5 y aquellas, no. QJ Motor asegura que el peso se queda en 198 kilos.