Suzuki presentó la GSX-R 1300 Hayabusa en el Intermot de 1998, entrando en producción el año 1999. Incluso antes de que la motocicleta llegara a los concesionarios causó revuelo en el mercado por varias razones. Primero, Hayabusa significa en japonés halcón peregrino. Ave que puede llegar a alcanzar los 300 km/h en su picado y que caza, como buena rapaz, otras aves como por ejemplo mirlos. Esto supuso un golpe bajo para la hasta entonces reina del segmento, la Honda CB1100XX Blackbird (mirlo en inglés).
Segundo, la Busa hizo alarde de un diseño único de la mano del genial Yoshiura San, responsable del proyecto, alejándose de las formas vanguardistas de sus contemporáneos como la Kawasaki Ninja ZX-12R. Líneas redondeadas, futuristas y lo que era más importante, superaerodinámica y terminada en dos colores para resaltar su estética. Kawasaki adoptaría un enfoque similar más tarde con la evolución de la 12R, la Ninja ZX14R.
La joya de la corona, sin embargo, era su motor. Suzuki creó un motor de cuatro cilindros en línea totalmente nuevo para la la GSX-R 1300 Hayabusa, con una cilindrada de 1.298 cc, un diámetro de 81 mm y una carrera de 63 mm. Rendía 173 cv a 9.800 rpm y un par de 138 Nm a 7.000 rpm con una caja de cambios de seis velocidades. Con estos números, la Suzuki lideró el segmento de motos superdeportivas y borró a sus rivales de inmediato. De hecho, se convirtió en la primera motocicleta de serie en superar los 300 km/h.
Para los de Hamamatsu no se trataba solo de velocidad. El gigante japonés también dio suma importancia a la practicidad. Los ganchos para cuerdas elásticas, el espacio de almacenamiento debajo del sillín, un tanque de combustible con bisagras fácil de abrir y un enorme parabrisas hicieron que la vida a bordo de la Busa fuera más cómoda que sobre sus rivales.
Suzuki actualizó la Hayabusa con más potencia
Con el enorme éxito obtenido con la primera generación, Suzuki trabajó durante diez años para mejorar y evolucionar su motocicleta y el fabricante presentó la segunda generación en el año 2008. Muchos cambios recibió esta segunda generación, aunque la actualización clave llegó en el motor. Con una carrera de dos milímetros mayor, el nuevo motor de cuatro cilindros aumentó su capacidad hasta los 1339 cc, rendía 197 cv y 154 Nm.
Para dominar la bestia que habían creado, Suzuki equipó la Busa de segunda generación con el sistema SDMS (Suzuki Drive Mode Selector). Esto ayudó a limitar la potencia a través de tres modos de conducción según las necesidades del usuario (urbano, carretera y circuito). Todas estas mejoras incrementaron el peso del conjunto en cinco kilos y dando como resultado total de 220 kg, lo cual no convertía a esta motocicleta en la más ligera del mercado precisamente. Sin embargo, ayudó a que la máquina mejorase aún más en estabilidad y la convirtió en la superbike de referencia para los corredores de circuito. Esto y la excelente fiabilidad de su motor es la razón por la cual todavía a día de hoy son numerosas las Busas que se pueden ver en carreras de resistencia.
La Hayabusa de tercera generación debutó en 2021
Si bien con el tiempo todas sus rivales fueron desapareciendo del mercado debido al cambio de modas y nuevas normativas de emisiones, en Hamamatsu no tenían intención de poner punto final a la producción de su icono. Once años después de la presentación de la segunda generación y cuando todo el mundo esperaba el anuncio por parte de Suzuki del final de la producción, el fabricante de motocicletas volvió a sacudir el sector con la presentación de una Hayabusa de tercera generación completamente nueva. Esta nueva edición sufrió una profunda revisión de su diseño. Que nadie se asuste, la esencia siguió siendo la misma, la moto es reconocible como una Busa inmediatamente, pero con un rediseño de la cúpula, colín, carenados y escape, más modernos y actualizados al estilo de las supermotos actuales.
Unido a este rediseño, Suzuki incorporó todos los componentes que debían de ser actualizados para competir en este segmento puntero. Control de tracción, cambio semiautomático, Launch Control y una nueva IMU de Bosch con nuevos modos de conducción, llevando la electrónica a un nivel muy superior a su predecesora. El frenado fue encomendado a los Brembo Stylema. Los instrumentos adoptaron un estilo de relojes clásico (bien por Suzuki) con una pantalla TFT en el centro del panel.
¿Qué ocurrió con el motor? Bien, esta fue la parte que más decepcionó a los incondicionales de la Busa. Se perdió algo de potencia para poder cumplir con las normas de emisiones modernas. La motocicleta cumple con la Euro5. Su potencia bajó hasta los 187 cv y el par a 150 Nm. Suzuki modificó la entrega de potencia y aumentó la aceleración y comportamiento a medio régimen para paliar el problema lo mejor posible. Si bien la cifra de potencia cayó, la mítica moto de Suzuki se volvió mucho más manejable y noble en su comportamiento.
Hayabusa 25 aniversario
Y después de tres generaciones nos encontramos con que ya han pasado veinticinco años desde el lanzamiento de la primera Hayabusa. Para esta celebración, Suzuki ha anunciado una versión conmemorativa de su máquina más pasional. Llegará con una estética exclusiva para esta edición especial que incluye pintura bicolor en naranja y negro, además del tensor de cadena y cubierta en color dorado, entre otras cosas.
Técnicamente no hay cambios, las diferencias del modelo conmemorativo solo son estéticas.
Conclusión
La Hayabusa es una moto increíble y sigue teniendo uno de los mejores motores del mercado. Es cierto que ha sido superada por muchas de sus competidoras en cuanto a potencia, pero también es verdad que con su cilindrada y par sigue transmitiendo unas sensaciones únicas. Es una moto que puedes utilizar para todo debido a su progresividad y buena gestión electrónica. Su personalidad te conquista, su imagen, sus prestaciones y sus sensaciones no te dejarán indiferente.
No es una moto más, es una máquina de culto e incluso un estilo de vida. Si te haces con una de ellas no te defraudará y puedes estar seguro de que en unos años se revalorizará como clásica, quedando atrapado en sus redes de por vida.
Ángel Arias
La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.COMENTARIOS