El presidente Rodrigo Duterte fue el “maestro de ceremonias” de uno de los mayores estragos recientes en el mundo del motor. Ciento veintidós coches y motocicletas de contrabando por valor de más de medio millón de euros fueron destruidos a modo de lección para el narcotráfico, casi cuatro meses después de que varios coches de lujo fuesen también destruidos en la campaña del gobierno contra el contrabando.
Dentro del conjunto de dos ruedas, nos encontramos con 112 scooters Vespa, dos motocicletas Triumph, una Harley Davidson y una BMW. En el terreno de las cuatro ruedas se pueden ver condenados a un par de Land Rover, un Mitsubishi Montero y un Volvo. Todos los vehículos estaban dispuestos en formación militar antes de que una enorme excavadora pasase por encima de todos ellos sin contemplación alguna.
Ver la excavadora destruyendo las indefensas motos resulta doloroso, pero la guinda del pastel la pone el operario al final del vídeo cuando se deleita ensañándose con tres pobres unidades
Todos los vehículos, tanto coches como motos, incautados durante una operación militar en contra de la droga, fueron condenados a la sepultura como un asunto personal para dar ejemplo. En lugar de subastar las motos, Duterte decidió sacar el bulldozer para disuadir a los propietarios de vehículos que no pagan las tarifas de importación correctas. Sin embargo, a tenor de lo que se puede pensar en un primer momento, el presidente es usuario habitual de motocicletas y no disfrutó en exceso del “espectáculo”.
“Fue como si me hubiera golpeado yo mismo en la nuca. Qué desperdicio”, declaró Duterte cuando la excavadora alcanzó a la Harley Davidson
Gracias a Dios, no se incluyeron en el lote los Ferrari, Lamborghini y McLaren confiscados anteriormente por la Oficina de Aduanas (BOC) en el Puerto Internacional de Contenedores de Manila. El comisionado de Aduanas Isidro Lapeña dijo que esos vehículos, que se encontraban entre los 24 de lujo incautados por la oficina, aún estaban en litigio. “Si la decisión final recae a favor del gobierno, les sucederá lo mismo, serán destruidos”, dijo Lapeña.
“Los contrabandistas han engañado por mucho tiempo al gobierno. Eso tiene que parar. La connivencia de contrabandistas con algunos empleados de aduanas al traer de contrabando vehículos disfrazados en procedimientos lícitos de subasta, tiene que parar también para nivelar el campo de juego para los empresarios legítimos”, añadió.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS