Con la llegada en la década de los 90 de Lapo Bianchi a las filas de la marca italiana, como director ejecutivo y CEO, el rumbo de Beta cambiaria para intentar abrirse camino de una manera internacional. Fue gracias -entre otras cosas- a los acuerdos alcanzados con marcas como Suzuki o KTM, de los cuales saldrían motocicletas como la Beta Euro 350 y la Beta Jonathan 350.
Sendas 350 formaban parte de aquellas alianzas antes mencionadas, donde la firma florentina emplearía un propulsor de Suzuki para darle vida, intentando entrar en el competido segmento de las custom de baja cilindrada. Allí se habían establecido modelos procedentes de Asia a precios muy competitivos del tipo Kymco Venox 250 o la Hyosung GV 250 Aquila, también con un propulsor de cuarto de litro.
En cualquier caso, Beta intentaba crear su “propio corral dentro del gallinero” ya que el propulsor elevaba su cilindrada hasta los 349 cc y era básicamente el mismo que pudimos ver en la Suzuki Goose 350 que vimos recientemente en esta sección, aunque convenientemente afinado para el tipo de moto que iba a portarlo en esta ocasión.
Las Beta Euro y Jonathan intentaban posicionarse en un mercado de motocicletas ciudadanas sin descuidar su aspecto o prestaciones, gracias entre otras cosas a su acuerdo con Suzuki para montar el propulsor de la casa de Hamamatsu
Por lo tanto, nos encontrábamos con dos motocicletas idénticas a nivel de cotas y propulsor, aunque con dos estéticas diferenciadas. Por un lado teniamos a la Beta Euro 350 con una pinta más “clasicona” y un aire chopper con tintes retro, donde podíamos observar una profusión de cromados mayor y un manillar más inclinado hacia el piloto.
Por otra parte, la Jonathan 350 (bendito pensador el que decidió el nombre), resaltaba por una terminación en pintura mate, manillar recto y un silenciador recortado que le daba un aspecto más de “malota”, al estilo de las Yamaha XV 1700 Road Star Warrior del momento y similares. Y hasta aquí las diferencias, porque a partir de ellas, el resto se compartía en ambas versiones.
Como ya hemos hecho mención, el propulsor era un monocilíndrico de 349 cc refrigerado por aire, con cuatro válvulas en culata y asociado a un cambio de seis relaciones. Las diferencias en este respecto a la Goose se centraban especialmente en la alimentación, que ahora era mediante un carburador Mikuni BST de 33 mm, y evidentemente el sistema de escape, que como era de esperar, en estas dos custom tenía unas pretensiones menores en cuanto a prestaciones se refiere.
Aun así, las dos versiones del modelo italiano conseguían rendir una potencia final de unos 28 CV -aproximadamente- a 7.800 RPM y un par máximo de 27 Nm a 6.800 RPM, logrando catapultar a estas Beta hasta velocidades cercanas a los 150 km/h, valores bastante por encima de la competencia y muy cercanos a otras motocicletas de filosofía similar y cilindradas superiores.
Con dos estéticas algo diferenciadas, tanto la Beta Euro como la Jonathan compartia prácticamente todos los elementos, desde bastidor pasando por el propulsor o equipos de frenada y suspensiones
Respecto a la parte ciclo, el modelo contaba con un bastidor tubular doble cuna fabricado en acero, apoyado sobre una horquilla convencional en el tren delantero y un monoamortiguador trasero no progresivo, suficientes para digerir las prestaciones de las Jonathan y Euro y filtrar cualquier irregularidad con la que pudiéramos encontrarnos en nuestros trayectos.
Para la frenada los italianos optaban por sendos discos en ambos ejes, de 300 mm en el frontal y mordido por una pinza de dos pistones Grimeca, y de 220 mm con pinza monopiston detrás, anclados en llantas radiales con neumáticos en medidas 120/80 R16 y 140/90 R15.
Resultaban suficientes para detener los 150 kilogramos verificados de ambas versiones, unas cifras por otro lado elogiables, ya que algunos de los modelos de la competencia menos potentes y con menor cilindrada sobrepasaban esa cifra ampliamente.
Si hablamos de equipamiento y acabados, ambas contaban con un nivel bastante bueno, lejos de los valores mediocres de las opciones baratas en el segmento. Eso se podía ver sobre todo en elementos como las tapas cromadas de los laterales del depósito (por cierto, de nada menos que 22 litros de capacidad), sus estriberas en aluminio con reposapiés engomados o unos espejos retrovisores muy bien rematados. La versión Cruiser añadía a la Euro las alforjas traseras y el parabrisas elevado.
Las dos motocicletas de Beta quedaban un peldaño por encima de la competencia, tanto en prestaciones como a nivel de acabados
A ello hay que sumarle agarraderas para el pasajero en la versión Euro o su instrumentación encastrada en la parte superior del depósito con velocímetro, totalizador y parcial de kilómetros y varios testigos luminosos. Así mismo ambas también contaban con un hueco de buenas dimensiones bajo el asiento, donde poder portar pequeños objetos como la cartera o el teléfono móvil.
Con un precio de 5.207 euros en el año de su lanzamiento, costaban aproximadamente unos 1.400 euros más que una Honda CMX 250 Rebel coetánea o 400 euros extra si nuestra opción era una Yamaha XVS 250 Drag Star, en ambos casos con ventaja en casi todo para las italianas, aunque evidentemente el precio final era algo siempre a tener en cuenta.
En la actualidad encontrar alguna unidad de estas versiones de estas Beta no es tarea fácil, ya que no se prodigaron mucho en su momento, quizas por el ya mencionado alto precio respecto a la competencia.
En cualquier caso, hemos conseguido localizar algún ejemplar a partir de los 1.250 euros, incluso una unidad con nada menos que 85.000 kilómetros, por lo que podemos dar habida cuenta de la fiabilidad de su veterano propulsor.
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J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.He comprado una Jonathan, hace muy poco de segunda mano y estoy encantado. Pero me da la impresión de que no debe haber muchas más circulando en España.
Gracias por compartirlo con nosotros, nos tienes que ir contando qué tal con ella.
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