La Bultaco Matador MK9 llegó al mercado en pleno apogeo de las Bultaco Frontera. Era un nuevo modelo con un motor de 350 centímetros cúbicos que, según la revista Motociclismo –número 441, publicado en 1975–, tenía una utilización un tanto particular, aunque también una facilidad de conducción fuera de toda duda.
“Nuestras” viejas marcas siempre fueron auténticas especialistas en motos todoterreno, porque sí, toda moto que pueda salir del asfalto, sea trail, cross, enduro o como se quiera denominar, son motocicletas todoterreno. Hemos perdido la costumbre de llamar a las cosas por su nombre y hemos creado mil categorías diferentes donde encuadrar todo aquello que se nos ocurra. Por eso, la Bultaco Matador MK9 estaría dentro de las trail, o al menos, es lo más parecido a una trail que la firma española fabricó a mediados de los 70.
Según aquellos que saben, la Matador MK9 fue la primera trail de Bultaco y también la primera trail española, una moto que, recuperando palabras de la prueba publicada en la mencionada revista, “la Matador MK9 ha roto con los clasicismos actuales y se convierte en una “moto verde” –como dicen en Francia– y si bien no es apta ni para todoterreno ni para trial, resulta muy adecuada para hacer turismo de montaña o simplemente pasear fuera de la carretera”. Es decir, un trail, o dicho de otro modo que no gusta a los defensores de las trail: una motocicleta tipo SUV.
La Bultaco Matador MK9 no era una moto completamente nueva, ni de lejos. Su concepción se llevó a cabo a base de mezclar elementos procedentes de otros modelos, como el freno delantero de la Bultaco Frontera, el freno trasero de la Bultaco Mercurio y el motor se tomaba de la Bultaco Alpina, el cual se sometía a ligeras modificaciones para adaptarlo a las nuevas exigencias. Motor, por supuesto, de un solo cilindro y ciclo “dos tiempos”, que con 347,772 centímetros cúbicos, rendía 21,60 CV a 6.500 revoluciones. La caja de cambios era de cinco relaciones.
Todo ello se montaba en un sencillo chasis de tipo simple cuna desdoblado fabricado con tubo de acero. El peso total de la moto era de unos escasos 116 kilos.
En la prueba de la revista Motociclismo, se pueden leer cosas bastante interesantes. Según cuentan, la primera relación de la caja de cambios ofrecía un desarrollo apto para cualquier usuario, ya que permitía divertirse en zonas con trialeras sin peligro a que la moto derrapase o se cruzase. El motor resultaba suave en la entrega de potencia, con una inmediata respuesta a bajo régimen y además, permitía tener buenos cruceros en carretera y forzar la mecánica.
Solo se podría criticar una cosa y era que la horquilla resultaba un tanto blanda en apuradas de frenada, permitiendo que el guardabarros llegara a conectar con la rueda delantera. Por otro lado, los amortiguadores Betor traseros tenía “un rendimiento excepcional” y el freno trasero, procedente de la Mercurio, recordemos, ofrecía un tacto poco progresivo.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS