El sábado pasado os hablaba del miembro más pequeño de la familia Nexus de Gilera, hoy, sin embargo, nos toca hablar de su máximo exponente, el Gilera Nexus 500, en su segunda versión lanzada en el año 2007 hasta el final de su comercialización.

Si leísteis el sábado el artículo de la moto del día del Gilera Nexus 125, seguramente os parecerá que es el mismo scooter. Esto es debido como ya os comentaba en aquel texto porque a nivel de chasis y paneles de carrocería nos encontramos ante una moto que comparte todo esto con el resto de miembros de su familia, aunque no así su parte ciclo, como veremos más adelante.

La estética es atractiva con un diseño anguloso, de formas muy marcadas que le dan un toque agresivo. Es de unas dimensiones bastante grandes, y tiene un buen asiento para dos ocupantes con un hueco generoso bajo su asiento. La pantalla es regulable en altura en tres posiciones, aunque necesita herramienta, por lo que no podremos cambiarla en funcionamiento.

La plataforma, como en el resto de la familia Nexus de Gilera no es plana, debido a su chasis de doble cuna con espina central de acero que lo condiciona un poco a la hora de llevar carga como bolsas o algún maletín junto a nuestros pies, aunque sin embargo, el espacio para los pies es generoso en las plataformas laterales.

Otro de los buenos detalles que presenta este Gilera Nexus 500 es que es un scooter que presenta junto a dichas plataformas unos prácticos aireadores que expulsan aire caliente proveniente del sistema de refrigeración, lo que unido a su generoso escudo y pantalla hace que sea muy agradable de conducir en los fríos días de invierno.

Una vez que pasamos de lo que se ve a lo que no se ve -o se ve menos si no te fijas-, comienzan las diferencias, ya que tenemos una parte ciclo muy distinta a la de su hermano menor y también un motor que como os podéis imaginar por su nombre es de mucha mayor potencia y cilindrada.

El motor es el denominado como Máster –Multi-valve Advanced Super Torque Engine Range– dentro del grupo Piaggio. Un monocilíndrico refrigerado por agua, con 4 válvulas en culata que consigue cubicar 460 cc debido a unas cotas internas de 92×69 mm de diámetro/carrera.

Se encuentra alimentado por un sistema de inyección y cuenta como no podía ser de otra forma con un sistema de transmisión automática de tipo CVT. Es un propulsor evolucionado del anterior 400 cc, y que también podemos encontrar en otros modelos del grupo. En su caso es capaz de entregar una potencia de 40,1 CV a 7.500 RPM y un par motor de 43 Nm a 5.500 RPM.

Una potencia que es capaz de sonrojar a más de un enlatado conductor de coche despistado, que nos quiera adelantar, porque su aspecto de scooter tradicional, no hace preveer que es capaz de alcanzar 160 km/h.

A nivel de suspensiones, también encontramos un sistema totalmente diferente, debido principalmente a que ya tenemos unas prestaciones más serias a las que todo el conjunto debe hacer frente. Encontramos una horquilla telescópica Kayaba con barras de 41 mm de tarado duro aunque progresivo.

Detrás encontramos un monoamortiguador PowerDrive de gas patentado por Gilera y fabricado también por Kayaba, ajustable en precarga en siete posiciones. Este monoamortiguador progresivo es más suave en la primera parte de su accionamiento y se endurece en su parte final. Además, permite modificar la altura de la parte trasera del scooter en pocos segundos para adaptarlo a nuestras preferencias de conducción y sin herramientas.

El equipo de frenos de muy buen mordiente cuenta con un doble disco de 260 mm con pinzas delanteras flotantes Brembo Serie Oro de anclaje axial y dos pistones. En la parte traserra encontramos un único disco de 240 mm también mordido por una pinza de doble pistón -en este caso opuestos-.

Las llantas si que tienen los mismos diámetros que sus hermanas de menor cilindrada con una llanta delantera de 15 pulgadas y neumático en medidas 120/70 y una llanta trasera de 14 pulgadas en medidas 160/60.

Este Gilera Nexus 500 fue una apuesta audaz por parte de Gilera. Un scooter que recogía todo lo bueno que tenía su primera versión lanzada en 2003 y que fue llevado un punto más lejos con un chasis mejorado, un motor más potente y una parte ciclo estupenda.

En carretera es un scooter que destaca por su buen paso por curva y su estabilidad, algo en lo que tiene que ver tanto la buena puesta a punto del chasis como el excelente conjunto de suspensiones que es capaz de leer el asfalto sin descomponerse aunque rodemos a alta velocidad.

Además, el tacto de su motor progresivo lo hace una opción perfecta para circular también de una manera relajada y hacer muy buenos consumos de entorno a 4,5 litros. Eso sí, si queremos diversión, lo único que tendremos que hacer es girar su puño derecho con contundencia y disfrutar.

No podemos decir que sea un rival en cuanto a deportividad del Yamaha Tmax o del Kymco AK que con un desarrollo algo más moderno y sus motores bicilíndricos, son una apuesta mucho más radical.

Sin embargo, sí que es una opción para aquel que al final lo que quiere es un scooter con el que disfrutar de todas las bondades que te ofrece un vehículo de este tipo, y que además, quiere ese punto de picante que no te ofrecen otros rivales con propulsor monocilíndrico y un chasis menos elaborado.

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