Moto del día: Honda CR 500 R (1985)

Moto del día: Honda CR 500 R (1985)

La motocross más salvaje de su época


Tiempo de lectura: 3 min.

Los años 80 fueron el desparrame en el mundo del motor. Estaban las bestias del Grupo B de rallies, que, te gusten o no los coches, no puedes negar que eran brutales. En la Fórmula 1 fue la época del turbo, con potencias disparatadas de más 1.200 CV. El Campeonato del Mundo de Velocidad vio como las histéricas 500 “dos tiempos” flirteaban con los 150 CV y por si fuera poco, se entró en la era más salvaje del motocross con las 500 “dos tiempos” y la Honda CR 500 R fue la Reina de la categoría.

Honda siempre ha presumido de ofrecer productos de una suavidad notable, incluso sobre cuatro ruedas, pero cuando se menciona la denominación CR 500, la cosa cambia. La saga de esta bestia del motocross comenzó su historia en 1973, cuando apareció la CR 250, pero dio el salto hacia el olimpo de las motocross en 1981, cuando llegó la Honda CR 450 R. A partir de aquí, el aumento del cubicaje pasó a 480 centímetros cúbicos y posteriormente, a 491,4 centímetros cúbicos con el lanzamiento de la Honda CR 500 R en 1984, momento en el que se alcanzaron los 52,8 CV.

honda cr500r (4)

Aquel motor, de un solo cilindro, dos tiempos y refrigerado por aire, resultó ser un calvario. Sí, era potente, pero tenía una entrega de potencia salvaje, costaba la vida ponerlo en marcha y para colmo, sufría de detonaciones. Además, cosa poco común en Honda, era propenso a romper y era una fuente de enormes vibraciones al estar mal montado en el chasis. Era una moto brutal y en el fondo, horrible. Duró un año, pues en 1985 Honda puso en tierra una CR 500 R completamente nueva.

El motor era un desarrollo completamente nuevo, con un cilindro que mantenía el mismo desplazamiento que el anterior –491 centímetros cúbicos y cotas 89 x 79 para diámetro y carrera respectivamente–, pero pasaba a estar refrigerado por líquido, más compresión y un nuevo tubarro que ayudaba a mejorar la fiabilidad –el pistón de la CR 500 R del 84 tendía a grietarse–. También se prescindió de la válvula de escape variable de Honda. El cambio, de cinco relaciones, se reforzó y se revisó para hacer que fuera más cómodo pasar de una relación a otra y se cambio el sistema de arranque –palanca más larga y cambio de la relación de transmisión–. Además, en 1986 se cambió el carburador y se logró alcanzar los 65 CV a 6.000 revoluciones y los 72,2 Nm de par al mismo régimen.

honda cr500r (3)

Obviamente, se reforzó el chasis y se cambiaron geometrías, al mismo tiempo que se instalaban nuevas suspensiones –totalmente regulables, por supuesto, y firmadas por Showa–. También se cambió el diseño de todo el conjunto de la carrocería con respecto a 1984.

Poco a poco, la CR 500 R fue domesticada y aunque mantuvo su reinado como la más salvaje, ya no era lo mismo y dejó al modelo del 85 como una de las monturas más descabelladas del mundo del motocross.

COMPARTE
Sobre mí

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.