Honda con los motores de dos tiempos ha tenido sus mas y sus menos a lo largo de su historia. Ha sido un fabricante cuyo primer diseño propio curiosamente fue un ciclomotor dos tiempos, la Honda Model A, que era básicamente una bicicleta con motor y que pronto sucedió por un diseño cuatro tiempos, con un chasis mucho mas elaborado y que pasó a ser identidad de la marca al presentar la Honda Model D, también conocida como “Dream”.
Básicamente, Honda no ha sido una marca que haya apostado fuertemente por este tipo de motores sin válvulas, pero que cuando los ha fabricado lo ha hecho de manera sobresaliente, sobre todo para ser competitiva en los mundiales de motociclismo en los que no podía plantar cara a las rápidas y ligeras dos tiempos de la competencia, con modelos como la Honda NR 500 4T de pistones ovales de la que ya os comenté algo cuando hablamos de la exótica NR 750 de producción.
Seguro que muchos recordáis modelos emblemáticos de la marca con mecánica dos tiempos, como la gama CR de Offroad, o las NSR 500 de competición que hicieron campeones a Doohan, Crivillé o a un joven Valentino Rossi entre otros, y que a su vez ganó 10 mundiales de pilotos y 11 de constructores. Pero tampoco debemos olvidarnos que Honda también ejerció una ligera presión -digámoslo suavemente- para que el campeonato de GP pasase a utilizar mecánicas cuatro tiempos.
La moto de la que os voy a hablar hoy, poco tiene que ver con la NSR 500 de competición de la que hablaba antes. Pero como ya sabéis que soy un fan confeso de la marca, y que las sencillas y olorosas mecánicas dos tiempos me gustan bastante, hablaremos de una moto que si bien no tiene ese halo especial que tienen otros modelos de 125, no deja de ser un modelo importante al ser la última moto de carretera que vendió Honda para nuestro mercado con mecánica dos tiempos -si la memoria no me falla-.
La Honda NSR 125 (JC22), no fue la primera NSR de pequeña cilindrada que comercializó Honda, de hecho Gonzalo ya habló de la NSR 75 que supuso una gran parte del mercado de este tipo de motos en los 80. Posteriormente también lanzó la NSR 125 R (JC20) de la que deriva en cierto modo nuestra protagonista y que estaba fabricada en Italia con un motor Gilardoni -puramente italiano- cuya fiabilidad no estaba a la altura de lo que esperábamos de la marca.
Sin embargo, para la nueva Honda NSR 125, que se fabricó del 94 al 2001 -aunque se vendió hasta 2003, cuando se acabaron las existencias-, se decidió fabricarla casi en su totalidad en Japón, aunque se ensamblaba en la filial Italiana para suministrarse en el mercado europeo. Como resultado, supuso una moto un punto mas fiable, racional y también algo menos pasional que su antecesora.
Adoptó la estética que habíamos visto en motos como la mencionada NR 750, con unos faros que cambiaron de una doble óptica redonda, a una óptica también doble, pero mas estilizada que denominaban como “Fox Eye”. El carenado, aunque se inspira como decía en la Honda NR 750, también nos recuerda a las CBR de los 90, con numerosas líneas rectas, una cúpula envolvente y un excelente acabado de pintura.
El depósito cuenta con marcadas formas para albergar nuestras rodillas y justo debajo del mismo, podemos ver las entradas tubulares del sistema de admisión AIS –aero intake system-. La vista lateral la completa un asiento corrido a doble altura -mucho mas cómodo que el de sus competidoras Aprilia, Gilera o Cagiva- que termina en un estilizado colín con un asa que servirá de agarradero para el acompañante.
El propulsor, como no podía ser de otra manera es un monocilíndrico dos tiempos refrigerado por agua de 124,8 cc, que tiene una potencia de 28 CV en su versión deslimitada, pero que también se encuentra en versión limitada a 15 CV -que se vendió en los últimos años que estuvo disponible- y que se podría conducir a día de hoy con el carnet B de coche -con tres años de experiencia-, o con el A1.
Se alimenta por un carburador Dell’Orto de 28 mm, tiene engrase automático con botella para el aceite separada del depósito, admisión por láminas, válvula de escape de funcionamiento electrónico “RC”, caja de cambios de seis relaciones y una transmisión final por cadena.
El chasis denominado Zetaframe es un doble viga de aluminio estampado que deja el motor colgado en su parte inferior, se une al basculante trasero de sección cuadrada mediante un amortiguador “Pro-Link”, de marca Showa ajustable en precarga. La suspensión delantera sin ajustes posee barras de 35 mm y se encuentra también firmada por Showa, y aunque su comportamiento es bastante eficaz, posee unos tarados tirando a blandos para tratarse de una moto deportiva.
En cuanto al sistema de frenos, se recurre al fabricante Italiano Grimeca, que proporciona un equipo formado por un disco flotante delantero de 316 mm con pinza de doble pistón, y un disco simple trasero de 220 mm con pinza de simple pistón que suministran en conjunto una frenada potente y efectiva para parar los escasos 127 kg de peso total de la moto.
El tamaño de llantas y neumáticos son acordes a la potencia del conjunto, ya que aunque son estrechos la hacen ágil y no la lastran demasiado, con unas medidas de 100/80-17 delante y 130/70-17 detrás.
El comportamiento de la Honda NSR 125 es bastante neutro, quizá no tiene el carácter racing de sus rivales, principalmente por la posición de conducción, ya que aunque es una moto deportiva, la altura de los semimanillares no queda demasiado baja, lo que también la hace mas cómoda en su uso. El motor tiene el carácter típico de un motor dos tiempos de baja cilindrada, en el que hay que llevarlo siempre en la zona alta del tacómetro y tratar de ir siempre en la marcha correcta para no quedarnos sin empuje, aunque eso sí, hay que estirarlo algo menos que en otros motores similares y llega a alcanzar una velocidad punta que tontea con los 170 km/h -puede llegar a girar hasta 10.000 RPM-.
En definitiva, Honda hizo su deportiva de octavo de litro a su manera, tratando de buscar ese punto de racionalidad en un segmento que buscaba a los jóvenes mas quemados del barrio, antes de que las normativas de emisiones y gustos impuestos por las marcas nos trajesen las sosas y fiables 125 4T. Mientras algunos babeaban por las RS, yo no dejaba de mirar la NSR. Benditos 16 años…
Jesús Guillermo Pozo
Nací entre las historias de mi abuelo sobre su Derbi 125 Especial y el terrorífico sonido del escape 4 en 1 de la GPX 600 de mi tío y la belleza de su Vmax 1200. Mi padre, fue mi primer profesor con su viejo SEAT 127, y mi madre, cuenta que aprendí las marcas de los coches antes que el alfabeto.Desde argentina hace poco puse poner en funcionamiento la Nsr 125f que entraron en los 90
Siempre fui un nostalgico de la nsr 125 , me hice con una y la restaure entera , entre otras muchas cosas ahora mismo esta en 180cc gracias a montar un cilindro malossi y alguna que otra chuche , me encanto que dedicaras unos minutos a hablar de esta pequeña pero matona octavo de litro , intente dejarte una foto pero no me dejo , saludos y gasssss
Nos alegra mucho que te haya gustado, yo siempre quise tener una pero me tuve que contentar únicamente con alguna vuelta en la de un conocido… Sería un placer ver esa NSR con cilindro de 180! 😈
Babeaba con esta y sus coetáneas RS y Mito a comienzos del siglo XXI, quizás como bien se ha dicho menos “racing” que su rivales italianas, pero más polivalente, siempre tuve esa espinita clavada con las 125 2T y recientemente me he resarcido con la compra de una Tuono 125 2T del 2005, versión full, no puedo con motos con semimanillares por problemas de huesos, estoy encantado con mi humeante!!
¡Menuda chulada Pedro!. La Tuono está mucho menos vista, y esa concretamente se ve genial. Gonzalo habló de ella por aquí https://motos.espirituracer.com/motodeldia/moto-del-dia-aprilia-tuono-125-2004/ supongo que ya lo habrás leído, pero si no lo has hecho te lo recomiendo.