Moto del día: Suzuki Across GSX 250 F

Moto del día: Suzuki Across GSX 250 F

Apta para viajar sin renunciar a cierta dosis de deportividad


Tiempo de lectura: 3 min.

Nacida en 1990, la Suzuki Across GSX 250 F es una gran desconocida por estos lares. Tan solo estuvo disponible en Japón y Australia, y venía a ofrecer un producto a medio camino entre una deportiva de pura cepa y una tourer. Es decir, como una mezcla entre las GSX-R y una Katana coetáneas, pero en segmento de 250 cm3.

La Suzuki Across GSX 250 F presentaba calcomanías en el carenado con la designación “X913”, lo que causó mucha especulación sobre su origen. La marca acabó con las dudas cuando confirmó que el nombre “X913” se había aplicado en referencia al nombre del proyecto de la motocicleta durante su ciclo de desarrollo. Las primeras unidades de prueba presentaron las calcomanías y finalmente la integraron en el modelo de producción.

A pesar de no ser una motocicleta de gama alta, la Suzuki Across GSX 250 F incluía algunos aspectos de equipamiento que tan solo estaban disponibles en productos escalonados por encima. Para empezar, incluía una instrumentación completa, excepto un medidor de combustible, aunque había un testigo luminoso para saber cuándo estaba circulando con la reserva: primero de color naranja y luego en rojo, cuando las cosas se empiezan a poner feas.

Suzuki Across GSX 250 F

Un aspecto particular de esta moto es la ubicación del depósito de combustible, bajo el asiento del piloto. El área que normalmente está dedicada a este menester es en realidad un pequeño maletero, lo suficientemente grande para transportar un casco integral de talla XL. Este espacio era practicable mediante el bombín de encendido, y estaba completamente forrado y sellado con goma para evitar la entrada de agua. Incluso disponía de una luz de cortesía.

Hasta que cesó su producción en 1998, la Suzuki Across GSX 250 F estuvo equipada con un bloque de cuatro cilindros y 248 cm3 refrigerado por líquido y alimentado por una pareja de carburadores Mikuni BSW27 de 27 mm. Era capaz de entregar 46 CV de potencia a 14.500 RPM y 26,4 Nm a 10.500 RPM, por lo que era una máquina que había que tener a altas vueltas si se quería aprovechar el máximo de su fuerza. La caja de cambios era de seis velocidades.

La posición de conducción era relativamente cómoda a pesar de su estética deportiva, más vertical que horizontal. Sin embargo, el mullido del asiento, a 770 milímetros del suelo, resultaba un poco duro, pero también apto para personas de cualquier tamaño. Aquellos que vengan de una moto de mayores dimensiones sentirán que la Across GSX 250 F es un poco pequeña, para para aquellos que dan el salto de una 125 puede resultar una máquina bastante grande.

Suzuki Across GSX 250 F (1)

Las prestaciones de la Suzuki Across GSX 250 F eran acordes con el segmento, pero era 20 kg más pesada de media que sus equivalentes por su estructura de acero

Sin embargo, todas estas bondades también tenían un precio a pagar. La Suzuki Across GSX 250 F era uno de los modelos más caros de su categoría en Japón y Australia cuando salió al mercado, en parte justificado por su destacado equipamiento. Y, de hecho, a pesar de contar con casi 30 años a sus espaldas, es un modelo que el paso del tiempo ha tratado bastante bien. Las calidades en general eran bastante decentes, y quizá solo quedaba lastrada por su peso: 163 kilos en seco.

Pero lo mejor de la Suzuki Across GSX 250 era la compatibilidad con otros modelos de la firma de Hamamatsu. El interruptor de encendido y las manetas son intercambiables con la RGV de la misma época. Los retrovisores, por ejemplo, eran los mismos que los empleados en cualquier otro modelo GSX-R. Eso quiere decir que, encontrar componentes, es una tarea relativamente sencilla a pesar de su escasez. Grosso modo, no es una moto demasiado problemática.

Líneas limpias, mecánica fiable y hasta práctica. La Across GSX 250 F es una moto perfecta para todos aquellos que deseen prestaciones aceptables, un espacio de carga mínimamente aceptable sin tener que abandonar el disfrute de una dos y medio noventera.

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Sobre mí

Luis Blázquez

Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.

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