Yamaha se presentaba en 1998 con la que sería su primera versión de la gama WR, siglas de Wide Ratio (desarrollo abierto), derivada directamente de la YZ 400 F, la primera WR 400 sería la base sobre la cual se iría evolucionando un modelo que llega hasta nuestros días cargado de tecnología y buen hacer por parte de la marca japonesa.
Dos años más tarde la cilindrada se incrementaría, aumentando el diámetro del cilindro y manteniendo la carrera, además de algunos pequeños retoques como una campana de embrague reforzada o mejoras en la frenada y escape, así como un pequeño restyling estético, manteniendo el modelo hasta finales de 2002. En aquel momento llegaría la que es nuestra protagonista de hoy, la Yamaha WR 450 F, versión que sigue vigente casi dos décadas después dentro de la gama de productos de la firma nipona.
En esta ocasión, y para poder llegar hasta los 449 cc que cubica el monocilíndrico de cuatro tiempos y cinco válvulas de titanio en culata, se mantenía el diámetro en los 95 mm de la versión anterior, pero se incrementaba la carrera hasta los 63,4 mm, logrando una potencia final de 48 CV a 9.250 RPM y un par máximo de 44 Nm a 7.250 RPM. El propulsor de la japonesa quedaba asociado a un cambio de cinco relaciones y alimentado por un carburador Keihin de 39 mm.
La Yamaha WR 450 F era la tercera generación del modelo tras las versiones WR 400 y WR 426, con una cilindrada de 449 cc y nuevos avances, como el arranque eléctrico
Algunos de los cambios y mejoras en esta nueva variante afectaban por ejemplo a su bastidor, que seguía manteniéndose como en la versión anterior en su arquitectura, siendo este un doble cuna de acero, aunque convenientemente puesto a punto a base de reforzar puntos clave y dotarlo de una mayor rigidez.
El resto de la parte ciclo se completaba con componentes de primer nivel, capaces de dotar a esta Yamaha WR 450 F de un dinamismo y efectividad por encima de la de su competencia directa, donde podíamos encontrar a la austriaca KTM EXC 450 o la Honda CRE-F 450, por ejemplo, ambas a un gran nivel, pero no lo suficientemente buenas como para batirla.
Dentro del equipamiento de serie encontrábamos una frenada compuesta por un doble disco repartidos en ambos ejes, de 250 mm y pinza de doble pistón en el frontal y de 245 mm y pinza simple en la zaga, ancladas a unas llantas radiales calzadas con neumáticos 80/100 R21 delante y 110/90 R18 detrás, con un mordiente lo suficientemente incisivo como para poder parar los 122 kilogramos en seco declarados por la marca de una manera contundente.
La nueva WR 450 F de Yamaha se ponía por delante de la competencia, tanto a nivel prestacional como dinámico, gracias a un chasis reforzado y un propulsor que rozaba los 50 CV de potencia y entraba en categoría A2 de pleno
Otro punto totalmente decisivo en una motocicleta de este tipo son las suspensiones, y Yamaha siguió confiando como había hecho desde el principio en el fabricante especializado Kayaba, dotando a esta versión de una horquilla invertida con barras de 46 mm en el eje delantero, contando esta hasta con 305 mm de recorrido, y un monoamortiguador trasero en el que disponíamos de hasta 315 mm entre topes. Opcionalmente podía optar a horquilla y monoamortiguador Öhlins, en color dorado.
Por otra parte, y como novedades en esta nueva versión de la enduro por excelencia de Yamaha, contaba por primera vez con arranque eléctrico, además de disponer de pata de cabra. También era mucho más suave que sus antecesoras, gracias al trabajo realizado en su motor y el cambio en su desarrollo, donde ahora la entrega de potencia era más lineal y no tan abrupta como pasaba en la ya desaparecida WR 426, que tenía una zona a medio régimen “intimidante”.
Con un precio de 9.195 euros quedaba a medio camino entre los 8.590 euros de la KTM y los 9.990 euros de la Honda, manteniéndose en esta primera versión de la variante de 450 cc hasta el año 2006, momento en que la marca japonesa le daría una profunda revisión, entre la que se incluiría por primera vez el bastidor en aluminio o algunos cambios en su propulsor para hacerla aún más aprovechable y fácil de pilotar. Poco después apareció la versión de iniciación, Yamaha WR 125 R/X.
En la actualidad podemos encontrar unidades de la primera Yamaha WR 450 F a partir de unos 2.500 euros, convirtiéndola en una de las opciones más interesantes para iniciarnos en el mundo del enduro con una máquina potente y fiable a partes iguales, y que además nos garantiza altas dosis de diversión cuando decidamos rodar con ella por pistas y caminos.
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J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.COMENTARIOS