La Honda Rebel no es un montura nueva, ni siquiera es un nombre nuevo. Las rebeldes japonesas estuvieron en el mercado hace muchos años, aunque en cilindradas menores, con motores de dos cilindros en paralelo y una estética muy personal. Motos que militaban en el segmento custom, pero con un estilo propio.

En 2017, con motivo del Salón Long Beach International Motorcycle de California, la Honda Rebel retornó al mercado presentando un profundo cambio, aunque manteniendo su estilo urbano, personal y sí, rebelde. Llegó con un motor de dos cilindros paralelos tomado prestado de la CBR500RR, un “twin” de 471 centímetros cúbicos con 45 CV y 44,6 Nm de par. Directamente al segmento del carnet A2.

Sin cambios excesivos ni modificaciones realmente importantes, esta Honda Rebelde recibe algunos retoques para pulir detalles, consiguiendo un conjunto más redondo y logrado. O ese al menos es el objetivo. Objetivo al que mira con un nuevo proyector delantero que parece tomado de un Porsche 911, compuesto por cuatro LED dentro del típico faro redondo. El piloto trasero también es nuevo y LED, al igual que los indicadores de dirección.

Los ingenieros han trabajado en las suspensiones, que ahora tienen un nuevo tarado más suave y unos amortiguadores traseros cargados de nitrógeno. Las estriberas, tanto de conductor como de acompañante, se han reposicionado, además, las traseras tienen un montaje rápido para retirarlas al igual que el asiento trasero. Así se puede tener la moto con configuración monoplaza sin mayores inconvenientes y lucir todavía más rebelde.

Para la ocasión, también recibe un nuevo catálogo de accesorios que abarca desde una parrilla trasera hasta protectores para el depósito, pasando por el imprescindible respaldo o una visera para el cuadro.

El propulsor de dos cilindros mantiene todas las cotas y apenas recibe cambios, tan sólo se revisa para que pueda cumplir con las normativas de emisiones ganando de paso cinco caballos. El trabajo se ha centrado en el interior del escape, donde hay un nuevo sensor de oxígeno. También se añade un embrague antibloqueo.

Como novedad, se estrena la Honda Rebel S. Se trata de una versión con una decoración específica, máscara en el faro, fuelles en la horquilla y tapizado para el asiento diferente.

El desarrollo de la Honda Rebel comenzó en Estados Unidos, el mercado predilecto de las custom y donde la marca cuenta con un equipo especializado en este tipo de monturas. La Rebel va dirigida al público más joven, ofreciendo una imagen rotunda pero una conducción relajada y confortable.

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