Mash fue uno de los primeros fabricantes en utilizar la fórmula que luego muchas otras marcas han ido explotando: diseñar en Europa y construir en China. Y lo cierto es que al fabricante francés le están saliendo bien las cosas, con una gama de motos muy amplia y en la que incluso cuenta con un modelo con sidecar. Ahora llega el modelo más prestacional y gamberro de todos: la nueva Mash Dirt Track 650.

Si pensamos en una moto de estilo dirt track todos tenemos claro cuál es su aspecto: manillar elevado y plano, mínima carrocería, asiento plano, neumáticos mixtos y placas portanúmeros. Sólo necesitamos enfundar la bota de hierro en el pie izquierdo para disfrutar de derrapadas.

Pero la mayoría de motos de este estilo que hay en el mercado son preparaciones realizadas de forma artesanal en los talleres. Lo más cercano suelen ser versiones scrambler. Pero Mash ha querido ir un paso más allá para imitar los modelos que ya tenía en cilindradas más pequeñas (125 cc y 250 cc) y lanzarlo ahora con el motor más potente de la marca.

Se trata de un monocilíndrico SOHC de cuatro tiempos y 647 cc con refrigeración mixta aire/aceite e inyección electrónica Delphi. Es interesante el detalle de que no utilice una refrigeración líquida, permitiendo al motor ser más sencillo y más puro al prescindir del radiador frontal o los tubos a la bomba de agua. De esta forma, su aspecto es más clásico, más auténtico.

La potencia máxima declarada de la Mash Dirt Track 650 es de 40 CV a 6.000 vueltas. Como su peso no es demasiado elevado, 163 kg en vacío, las prestaciones serán suficientes para la mayoría de usuarios. Sobre todo aquellos con el A2 que busquen una moto diferente para un uso en ciudad y sobre todo en carreteras muy ratoneras, que es para lo que está pensada. Con 45 Nm de par motor a solo 4.500 revoluciones, su conducción implica buscar la pegada contundente del monocilíndrico a bajas vueltas jugando con la caja de cambios de seis marchas.

La horquilla delantera es invertida con barras de 41 mm y detrás recurre a un doble amortiguador con depósito separado piggy-back. El freno delantero es de cuatro pistones y radial, con un disco de 320 mm, mientras que detrás el disco es de 240 mm. Aunque cuenta con ABS, este se puede desconectar para un uso, digamos, más salvaje. Los neumáticos son estrechos para no mermar la agilidad: 120/80-18 y 130/80-18. Por supuesto, vienen con llantas de radios.

El depósito de gasolina es de 13 litros, suficiente para no tener que sacarnos todas las tarjetas de fidelización en las gasolineras. Por último, el asiento está a una altura perfecta para todas las tallas, 780 mm. Como detalle, si no os gusta el faro integrado en la placa portanúmeros frontal, hay disponible en opción un faro adicional que lo sustituye.

La Mash Dirt Track 650 ya está disponible a un precio de 5.595 euros más gastos de matriculación en dos tonos a elegir, gris o negro.

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