Si una marca nos tiene profundamente apenados, esta es Suzuki. Pensando en cuándo puso sobre la mesa su última novedad, debemos remontarnos a finales de 2019, que fue cuando dio a conocer la V-Strom 1050. Y nos tenemos que ir todavía más atrás para hablar de la GSX-S 750 o la GSX-1000 Katana (que hemos probado recientemente). Pero si somos críticos, no las podemos llamar novedad real sino más bien evolución de modelos anteriores. O como la Katana, un compendio de piezas. Y cuando llega la Euro 5, y todas las marcas renuevan o lanzan motos. ¿Qué es lo que hace Suzuki? Nada. Sigue con la misma V-Strom 650, la SV 650 seguirá tal y como la conocemos, y como os podéis imaginar, la Suzuki V-Strom 1050 XT 2021 solo estrena colores.

A la Suzuki V-Strom 1000 la conocemos desde 2014, cuando su motor creció hasta los 1.037 cc actuales. En 2017 se adaptó a la Euro 4 y en 2019, Suzuki realizó un profundo lavado estético, con el fin de que nos recordase a la mítica DR Big. Y aprovechando, adaptó el motor a Euro 5 y cambió su nombre a V-Strom 1050. Su motor bicilíndrico, concebido literalmente en el siglo pasado junto a la Suzuki TL 1000 S, y aprovechado luego en la Suzuki SV 1000, es tan duro que probablemente nos sobreviva a todos nosotros.

Desarrolla 107,5 CV a 6.500 vueltas y un par máximo de 100 Nm a 6.500 rpm. Para los usuarios del A2, hay una versión limitable que parte de una potencia inferior y puede “caparse” hasta los 35 kW. Por el camino pierde, además de potencia, los modos de conducción de los que goza la full power. Es el denominado Suzuki Drive Mode Selector (SDMS), que trabaja ofreciendo diferentes curvas de potencia y lo hace en combinación con el control de tracción, el cual se puede desconectar a la hora de salir del asfalto.

Monta horquilla invertida KYB de 43 mm ajustable y amortiguador con regulación en precarga y rebote. Los frenos incorporan pinzas radiales sobre discos delanteros de 310 mm y uno trasero de 260 mm. La Suzuki V-Strom 1050 XT 2021 es la que se ha anunciado que estrena colores, aunque hay también una V-Strom 1050 a secas. Se diferencia a primera vista en las llantas de aleación, por lo que uno ya entiende que es para usar exclusivamente en asfalto.

Pero la XT tiene algún que otro añadido. Incorpora control de crucero, ABS en curva y activo (evitar que la rueda trasera se levante a la vez que reparte la frenada en función de si llevamos pasajero o no), arranque en pendiente, pantalla regulable, toma adicional de 12 V bajo el asiento, caballete central, intermitentes LED, paramanos, etc. Los elementos estéticos se pueden incorporar en el modelo estándar, ya que están disponibles como accesorio.

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