Moto del día: Suzuki SV 1000 S

Moto del día: Suzuki SV 1000 S

Un "pepinaco" racional


Tiempo de lectura: 5 min.

La Suzuki SV 1000 S es una de esas motos en mi opinión muy interesantes, pero que en su día pasaron con discreción por el panorama motociclístico de la época, y en la actualidad tampoco se acuerda uno mucho de ella. Estamos ante una moto sport, algo así como una deportiva pero en racional y cómoda, una deportiva de calle y no una moto radical enfocada en los circuitos.

El modelo se puso a la venta en 2003 y podríamos decir que tuvo dos padres o que bebía de dos filosofías previas. Por un lado teníamos la Suzuki SV 650 S, la hermana pequeña, cuya primera generación se había estrenado en 1999 y había sido todo un éxito de ventas.

Esta moto, la “seis y medio”, se renovó en 2003 y prácticamente era clavada a nuestra protagonista de 1.000 cm3, al menos en el apartado estético, hasta tal punto que puede ser fácil confundirse entre ambas si no es por dos o tres detalles concretos (escapes gemelos, bloque motor más grande, frenos de disco de mayor diámetro y ausencia del reenvío del velocímetro en la rueda delantera).

Suzuki SV 100 S 3

El otro origen de este modelo hay que buscarlo en la Suzuki TL 1000 S de 1997. De esta heredaba el motor de litro y la filosofía S o sport, pero el concepto no era exactamente igual, ya que la TL buscaba ser una moto de altas prestaciones para competir con las Honda VTR de la época. Era una moto más radical y enfocada en el rendimiento puro, mientras que la Suzuki SV 1000 S era un concepto más racional y apto para el día a día.

La idea detrás de la Suzuki SV 1000 S en parte era la misma que la de su hermana pequeña: ofrecer una moto dinámica y divertida de conducir, con unos semimanillares y una posición que se asemejaba a la de una R, pero que no era tan radical, y eso daba mucho juego a la hora de usarla como moto de diario o para hacer viajes y rutas.

La espalda iba razonablemente erguida gracias a que los semimanillares se alzaban por encima de la tija superior, mientras que el semicarenado y la cúpula frontal derivaban el viendo del tronco del piloto, las manos y parte del casco. El asiento también contaba con un mullido y formas razonables, por lo que se podían hacer largas tiradas por carretera sin acusar especial fatiga.

Suzuki SV 100 S 6 Pero aquí la cosa estaba aderezada con el extra de picante del motor bicilíndrico en V de 996 cm3 que alcanzaba unos muy decentes 119 CV de potencia por 73 de su hermana pequeña. Pero no nos quedemos con la cifra de potencia, que hoy en día puede saber a poco, sino con sus masivos 102 Nm de par “biperólico” que la convertían en una moto muy seria a la hora de abrir gas, más aún si tenemos en cuenta sus escasos 185 kg de peso en vacío.

El motor era una delicia de potencia bruta, y bestial es un buen adjetivo para describirlo. Donde la cosa no iba tan sobrada era en la parte ciclo, el sempiterno talón de Aquiles de la familia SV. La horquilla era demasiado sencilla y tenía un tarado muy blando.

El amortiguador trasero no se quedaba atrás, y pese a contar con un sistema de bieletas para aumentar su progresividad, era demasiado “flojo” para el uso deportivo que se le podía presuponer a esta moto, tanto por ergonomía como por motor. Bastaba un toquecito al gas para ver cómo el “culo” de la moto se hundía en las profundidades mientras que la horquilla delantera se extendía una barbaridad. En frenadas fuertes la cosa era incluso peor.

Suzuki SV 100 S 10

La otra pega que le pondría es que, pese a la inyección electrónica, su consumo de combustible era demasiado desmedido; podía rondar los 6,5 l/100 km. En verdad, todas las 1.000 bicilíndricas de aquella época bebían como demonios. Hasta la SV 650 de aquellos años se iba a los 5,5 litros, cifras similares a algunas tetracilíndricas carburadas de 600 cc con 100 CV.

En 2008 se renovó su hermana pequeña con una revisión en profundidad de la mecánica, que pasó a gastar bastante menos combustible. El motor 1.000 también mejoró mucho con el tiempo, hasta el punto de consumir unos 5 litros en la Suzuki V-Strom 1000.

Sin embargo, la vida comercial de nuestra protagonista finalizó abruptamente en 2007, cuando se retiró del mercado. Es una pena que Suzuki no le diera continuidad a este modelo aprovechando las nuevas mejoras del motor. Es un tipo de moto que hoy en día no se encuentra en el mercado a excepción de algunos modelos sueltos de concepto similar como la nueva Ducati Super Sport.

Suzuki SV 100 S 5

De hecho, debido a este “vacío” en el mercado estas motos son muy apreciadas entre sus propietarios, que ante la ausencia de alternativas nuevas mantienen sus viejas monturas actualizadas, en muchos casos con mejores suspensiones y frenos. Porque si no puedes comprar nueva la moto de tus sueños… entonces lo mismo te la puedes hacer a piezas.

Hoy en día se pueden encontrar entre 2.500 y 3.500 euros en el mercado de ocasión. La fiabilidad del V-Twin de Suzuki está fuera de toda duda. Llevan casi 25 años fabricando estas mecánicas en sus diferentes cilindradas y para diferentes modelos, y todavía no se conoce un solo caso en el que hayan salido males endémicos. Motor rocoso para hacer cientos de miles de kilómetros con un mantenimiento súper sencillo y barato donde los haya.

Por este precio hay algunas alternativas interesantes como la Aprilia Tuono 1000 R. La moto de Noale es mucho más radical y salvaje, con una parte ciclo a años luz. Sin embargo, se pierde esa racionalidad y polivalencia que tanto nos gusta a los dueños de la SV, ese concepto de moto para todo que se atreve con lo que sea sin brillar especialmente en nada. Es lo que hoy en día entenderíamos por una trail asfáltica.

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Sobre mí

Gonzalo Lara Camarón

Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.

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Pedro Ivan
Mecánico
Pedro Ivan

Pasó desapercibida porque todo lo que no era RR con “chorrocientos” caballos y a ser posible tetra, por aquí parecía que no “molaba”, pero que GRAN moto, me sigo acordando de esta fantástica Suzuki, tan poco entendida por aquí, como otras buenas V2 como la VTR 1000F. Aunque a título personal me quedo con el V2 de Suzuki.

Javier Costas
Suscriptor

Hombre, la SV 650 ya tiene suficiente capacidad de “teletransporte” para una conducción normal, esta tenía más motor del que el chasis podía digerir en un uso exigente.


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