Fallece a los 90 años Carlo Ubbiali, nueve veces Campeón del Mundo

Fallece a los 90 años Carlo Ubbiali, nueve veces Campeón del Mundo

La leyenda de MotoGP dominó con mano de hierro en la década de los 50 las categorías de 125 cc y 250 cc


Tiempo de lectura: 6 min.

Carlo Ubbiali, uno de los pilotos más laureados de todos los tiempos, ha fallecido a los 90 años de edad. Nombrado Leyenda de MotoGP por méritos propios, se retiró cuando todavía podía dar mucha guerra lo que habría engrandecido todavía más su nombre. Aun así fue capaz de conseguir nada menos que nueve títulos de Campeón del Mundo. Con él está empatado Valentino Rossi.

Ubbiali nació en Bérgamo en 1929 y lo del amor por las carreras casi le vino impuesto, pues su padre regentaba un concesionario de motos donde él empezó a trabajar junto a sus hermanos Franco y Mauricio. Hizo pleno ya que en la primera carrera que disputó con sus hermanos (la Copa de Bérgamo de 1946), se llevó la victoria. Al año siguiente y gracias a que el Comandante del destacamento móvil le prestó una DKW 125, repitió victoria en el Gran Premio de los Muros de Bérgamo. Pero como no tenía todavía 18 años, fue descalificado.

En 1948 se mudó a Milán y empezó a trabajar en un concesionario de MV Agusta. La fortuna quiso que el piloto oficial que corría para la tienda no pudiese disputar la carrera en el Circuito de la Feria de Milán, lo que le ofreció la oportunidad de correr como sustituto. No lo hizo nada mal ya que acabó segundo por detrás de Nello Pagani. Este resultado le permitió participar en la carrera inaugural del Circuito de Monza en su reapertura y, de nuevo fue segundo.

Carlo Ubbiali 02

Esto le permitió correr en 1949 como piloto de MV Agusta. Tenía por entonces 20 años y tomaba parte por primera vez en el Campeonato del Mundo de Velocidad de 125 cc. Lo compaginaba además con carreras de regularidad de enduro, como los Seís días de Gales (medalla de oro), o la Valli Bergamasche donde fue tercero. En ese primer año en el Campeonato del Mundo, ya hizo su primer podio por detrás de su viejo rival Nello Pagani y Renato Magi.

Obviamente Ubbiali pidió a MV Agusta que aumentase su caché como piloto, a lo que el equipo italiano se negó. Fue entonces cuando recayó en Mondial después de haber recibido también propuestas de Moto Guzzi y Moto Morini. 1950 sería el año de su primer triunfo tras ganar el Gran Premio de Ulster, disputado en el Circuito de Dundrod. Al final de la temporada fue segundo, empatado a puntos con Gianni Leoni. El título fue para Bruno Ruffo.

Ese año ocurrió una de las anéctodas más famosas de Carlo Ubbiali. Ocurrió durante la Milano-Taranto, donde hizo una carrera llena de problemas en las que en lagunas etapas estaba delante como en otras perdido en medio del pelotón. Cuando quedaban menos de dos kilómetros para terminar la etapa de Bari y cuando iba segundo en la clasificación general, su Mondial se detuvo. Empezó a empujar la moto y en algunos tramos, era ayudado por el público. Exhausto y tras 2.000 metros agotadores, se desmayó nada más cruzar la meta. Pero aunque podía haber sido, el final no fue feliz ya que fue descalificado por recibir ayuda del público.

1951 fue el año de su primer entorchado al proclamarse Campeón del Mundo de 125 cc. Fue segundo en Montjuic y en el Tourist Trophy, no corrió en Assen y en Monza ganó la carrera. Fue primero con 20 puntos, por delante de Gianni Leoni y Phillip McCallen, todos con Mondial. Pero en 1952 no pudo repetir el triunfo, perdiendo el mundial frente a Cecyl Sandford por cuatro puntos. No ganar ninguna carrera le condenaría, a pesar de haber sido segundo en cuatro de ellas.

Para 1953 volvería a MV Agusta, pero no fue una temporada fácil y terminó tercero, en este caso tras Werner HAAS y su compañero de equipo Sandford. Ganó el GP de Alemania del Oeste, fue segundo en Holanda y tercero en Gran Premio de las Naciones disputado en Monza. En 1954 fue de nuevo segundo, lejos de Rupert Hollaus que daba el segundo título de 125 cc para NSU. Segundo en el TT y tercerno en Holanda, Alemania y el Gran Premio de las Naciones fueron sus resultados esa temporada.

Carlo Ubbiali 05

Carlo Ubbiali, 1955

Para 1955 decidió dar el todo por el todo. Además del mundial de 125 cc, disputaría la última carrera de 250 cc en Monza, su circuito fetiche. No le pudo ir mejor pues se llevó su segundo título de 125 cc tras ganar cinco de las seis carreras (en la otra fue tercero) y ganó también la carrera de 250 cc. A estas alturas la prensa y los aficionados ya apodaban a Carlo Ubbiali como “la volpe” que en italiano quiere decir “el zorro”. Esto era debido a su tranquilidad a la hora de correr, donde permanecía en carrera estudiando a sus rivales y si no era posible ganar, cogía el mayor número de puntos pensando en el título. Podríamos asemejarlo a Ángel Nieto en su forma de correr. Pero ojo, que también era un piloto muy valiente, si no no habría ganado cinco veces el Tourist Trophy.

Pero volvamos ya a 1956, año de su doblete en títulos ya que gana tanto en 125 cc como en 250 cc. Ganó todas las carreras menos una (segundo) en la categoría pequeña y todas en 250 cc. No tuvo la misma suerte en 1957, donde fue tercero y quinto respectivamente (solamente disputó cuatro carreras y pero de ellas, se llevó tres victorias y un segundo). Pero en 1958 recuperó el título de 125 cc (cuatro victorias y un tercero en seis carreras) y fue tercero en 250 cc (dos segundos y un tercero en tres carreras).

Carlo Ubbiali volvió a dar un mazazo encima de la mesa para las temporadas de 1959 y 1960, donde se llevó nada menos que los cuatro títulos (los dos de 125 cc y los dos de 250 cc). Ese fue el último año en el que compitió, retirándose a la temprana edad de 31 años y cuando era un piloto plenamente competitivo. Sus números son impresionantes: nueve Campeonatos del Mundo (seis en 125 cc y tres en 250 cc), tres veces Subcampeón de 125 cc, 68 podios en 71 carreras (95,77%), 39 victorias (54,9 %) y 34 vueltas rápidas.

Carlo Ubbiali 07

Carlo Ubbiali, 1956

Siempre se dice que Ubbiali podía haber seguido más años, incluso en 350 cc y 500 cc. Pero en aquella época MV Agusta decidía en qué categoría corrían sus pilotos en función de su corpulencia, y el de Bérgamo era pequeño. De hecho también lo llamaban “el cinesino” que traducido sería algo así como “chinito” ya que además de pequeño y delgado tenía los ojos ligeramente achinados. Otro de los apodos que se ganó por méritos propios fue el de “El profesor de Assen”, ya que en nueve de diez carreras que disputó en “La Catedral“, subió al podio.

Sin duda, un piloto de Leyenda.

COMPARTE
Sobre mí

Ender

Japan Rules!!

COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.