La NMoto Nostalgia toma su inspiración de la BMW R7, un maravilloso prototipo nacido en la década de los años 30. NMoto, con sede en Miami, comenzó en 2017 su proyecto homenaje “Nostalgia” con el objetivo de recrear el aspecto de una época pasada en un producto considerablemente más asequible que el concepto R7, estimado en más de un millón de euros. ¿La nueva base? Una BMW R nineT.

BMW creó la R7 en 1934, una obra maestra del art decó que nunca entró en producción. Desmantelada y almacenada junto con sus planos, la R7 fue redescubierta más de 70 años después. BMW Classic completó su restauración y, en 2012, la presentó en el Concours d’Elegance de Pebble Beach. Consiguió los máximos honores en la clase de motocicletas alemanas, superando a una BMW R68 de 1954 y a una Münch Mammüt de 1968.

“Tuve la suerte de estar en Pebble Beach cuando se presentó la BMW R7 de 1934 restaurada en 2012”, dijo el fundador de NMoto, Alex Niznik, a finales del pasado año. “Estar tan cerca de un pedazo de historia que nunca alcanzó su máximo potencial me dio una dirección. Me enamoré de la moto y me prometí a mí mismo que cuando me jubilara a los 55 años, consideraría construir una como esa. Fundé NMoto unos años más tarde y comencé a desarrollar el Proyecto Nostalgia”.

La BMW R7 no solo se veía impresionante, también era rápida. Con una masa de 165 kilos y su motor bóxer de 793 cm³ y 35 CV, podía alcanzar los 145 km/h

La BMW R7 original tenía la intención de ser una superbike, antes de que existiera el término. Quería ser la punta de lanza de la compañía, pero jamás se presentó a la prensa y el proyecto se desestimó. Era una moto muy avanzada tecnológicamente hablando -introduciría las horquillas telescópicas en motos de producción a partir de 1935- y rápida. Sin embargo, los altos costos de producción la condenaron al fondo de un almacén hasta su redescubrimiento en 2005.

El equipo de NMoto hizo un gran trabajo. Equipando el chasis de una BMW R nineT con 96 piezas hechas a mano, recrearon el aspecto de la R7 desde los guardabarros y el carenado hasta los escapes con forma de cola de pez. En realidad, solo el característico eje de transmisión de la compañía alemana, la placa de matrícula delantera y las modernas culatas que sobresalen a ambos lados delatan a la NMoto Nostalgia como una creación de nueva factura.

Más allá de ser hermosa y completamente distinta, la NMoto Nostalgia es lo suficientemente fiable, segura y cómoda para conducir todos los días

Debido a que el revestimiento aerodinámico es todo de aluminio aeronáutico, el peso final de la NMoto Nostalgia es en realidad más bajo que el R nineT de la que parte (205 kg frente a 222 kg). Combina eso con el propulsor bóxer de 1.170 cm³ y 110 CV y tienes una moto que tampoco no solo será más segura que el prototipo R7, sino que también será aún más rápida (hasta 225 km/h). La Nostalgia ofrece a los entusiastas una vuelta al pasado sin sacrificar las prestaciones o la experiencia de conducción.

“Empezamos desde cero. En realidad, teníamos una imagen enorme del tamaño de la R7 original en la pared y trabajamos desde ella. Lo recreamos todo en un software de diseño en 3D, no había planos ni bocetos originales, nada”, afirmó Niznik. Y, aunque cuenta con toda la tecnología de la R nineT, se utilizaron en su concepción técnicas de la vieja escuela como una máquina de torno y martillos, nada de estampados de última generación.

¿Te gustaría tener una? Puedes hacerlo si tienes los 49.500 dólares que piden por ella, algo menos de 45.000 euros al cambio. Ese precio incluye la R nineT que se reconstruirá, aunque conviene ahorrar un poco más dependiendo de los opcionales. Se puede elegir entre los reposapiés personalizados o las piezas originales de la R nineT, así como 11 tonalidades, dirección ajustable, distintos acabados para el asiento o bolsas de equipaje.

Con la NMoto Nostalgia los clientes obtienen lo mejor de dos mundos: diseño art decó con un manejo superior, un potente y fiable motor, y una comodidad inesperada. Un servidor lo tiene claro, si me sobrase mucho el dinero, tendría una en mi garaje de ensueño sin pensármelo dos veces.