Moto del día: Shifty 900

Moto del día: Shifty 900

Buena idea sobre el papel, mal resultado sobre el asfalto


Tiempo de lectura: 2 min.

En ocasiones hemos visto como algunos coches han sido despojados de sus mecánicas de fábrica para acoger un motor de motocicleta. Sin embargo, pocas veces hemos visto lo contrario. El otro día trajimos el curioso caso de la Dodge Tomahawk, y hoy traemos otro modelo que también equipa un motor de coche.

Construida entre 1977 y 1982, la Shifty era una motocicleta bastante grande con el tren motriz de un Fiat 127 -un motor de 903 centímetros cúbicos y una transmisión manual de 4 velocidades-. Incluso el cuadro de instrumentos es el mismo que usaba el pequeño modelo italiano. Primera curiosidad: parece que los medidores están integrados en el depósito de combustible, ¿verdad? La realidad es bien distinta, ya que el depósito está debajo del asiento. Ahora llega la segunda curiosidad: cabría esperar que la caja de cambios fuese adaptada a su nuevo chasis, pero la adaptación la tenía que hacer el conductor pues tenía que cambiar de marchas en H ¡con el pie!

La Shifty era hija de Hugh Grandis en Padua, Italia. El bueno de Hugh tenía experiencia con Chrysler en Sudáfrica antes de construir este vehículo de dos ruedas comercialmente infructuoso, pero ya se sabe que conocer el mundo de las cuatro ruedas no implica forzosamente dominar el de las dos, y viceversa. La transmisión de Fiat se combinó con muchas partes de Laverda, horquillas Marzocchi, frenos delanteros Brembo y un asiento Benelli. La idea era fabricar una moto GT, grande y cómoda, pero barata de mantener, ya que las revisiones y los repuestos eran los mismos que los del utilitario de cuatro ruedas. El motor desarrollaba 47 caballos y menos de 60 Nm de par motor, algo aceptable de no ser por el lastre de los 270 kg que tenía que mover.

Todo ello, unido a ejecución visualmente poco atractiva, hicieron que apenas se produjeran 70 Shifty 900.

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Sobre mí

Luis Blázquez

Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.

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