Moto del día: Yamaha TZR 125

Moto del día: Yamaha TZR 125

Deportiva y versátil


Tiempo de lectura: 2 min.

Si en los años 90 tenías 18 años, te gustaban las motos y tus padres se lo podían permitir, es posible que por tu cumpleaños les pidieras una moto de 125 cm3. En aquella época había algunas motos donde elegir dentro de esta categoría, y esta que traemos hoy era una de ellas: la Yamaha TZR 125. Una moto deportiva pero versátil que hacía las delicias de los más jóvenes.

La moto se comercializó desde 1987 hasta 1992, siendo en 1993 cuando apareció la renovada TZR 125R, que estaría en el mercado hasta 1996. Nosotros nos centraremos en la primera generación. Esta disponía de un motor monocilíndrico de 124 cm3 y dos tiempos, refrigerado por líquido, unido a una transmisión de seis marchas que enviaba la potencia a través de la cadena a la rueda trasera. Si os fijáis, bajo el asiento hay unas siglas, YPVS o Yamaha Power Valve System. Este sistema variaba la apertura de la salida de escape a unas determinadas revoluciones, asemejándose a un VTEC de Honda, pero muy básico. Con esto conseguía optimizar la potencia en una banda más amplia de revoluciones.

El motor rendía 26 CV a 10.200 RPM y con sus 104 kg de peso, alcanzaba 154,7 km/h de velocidad punta, lo que ofrecía sensaciones muy deportivas, pareciendo que ibas a velocidades más altas, debido al inmenso petardeo de su motor. Las versiones mas antiguas, tenían un disco delantero y tambor trasero. Más adelante se sustituyó el tambor por otro disco atrás.

Durante su vida hubo una ingente cantidad de modelos: 2RH, 2RJ, 2RK, 2RL, 2RM, 2RN, 2TU, 2UT, 2VR, 3FN, 3PA, 3PB, 3PC, 3PD, 3PE, 3SY y 3TY. En su segunda generación también tuvimos varias interpretaciones: 4BN, 4CL, 4DL, 4FL, 4GM, 4HE, 4HW, 4HX y 4JB. En cuanto a precio, era una moto económica, y allá por 1990 estaba a un precio de unas 300.000 pesetas.

Mientras algunos llegábamos en Metro al instituto, otros más afortunados llegaban en su TZR 125 y la aparcaban en la puerta, creando un espectáculo útil para el arte del ligoteo, muy similar al que monta el pájaro jardinero. Qué tiempos aquellos…

COMPARTE
Sobre mí

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

2
COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
el más nuevo el más antiguo
Notificar de
Ramon
Invitado
Ramon

Una gran moto…. yo a día de hoy tengo una en orden de marcha. Solo un apunte en lo de los carnets, y es que esa moto no se podia conducir con 16 años, tenias que tener el carnet de moto grande, el A, que solo te lo podias sacar a partir de los 18 años. Con 16 añós podias tener el carnet A1, que te permitía conducir motos de hasta 74 cm3

Javier Costas
Suscriptor

Hola Ramón. Es correcto, antes de 1997 era así. Gracias por avisar.


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.