Salvo que acabes de aterrizar en el mundo de las motos, ya sabrás que la nueva etapa de Benelli se está caracterizando por sacar productos aparentes, con buen diseño italiano y fabricación china -ojo con los tópicos, que estas motos sorprenden- para contener los costes.
Hasta ahora, se habían centrado en sacar motos para los moteros de iniciación, con motos cuya potencia no solía sobrepasar los 48 CV, pero la buena acogida de sus modelos y el buen número de ventas está haciendo que se lancen a sacar modelos como la Leoncino 800, que aunque aumenta su potencia, también se podrá limitar para conducirla con el permiso A2.
Así pues, en el pasado salón EICMA de Milán los de Benelli presentaron como novedad la nueva Leoncino 800, un modelo de estética continuista respecto a las Leoncino 500 que ya conocíamos, pero que pasa a equipar el propulsor que también conocíamos de la Benelli 752 S, que ha subido de potencia hasta entregar 81,6 CV a 9.000 RPM y un par de 67 Nm a 6.500 RPM.
Para el que no conozca la arquitectura del motor, se trata de un bicilíndrico en paralelo de 754 cc, con doble árbol en cabeza -DOHC-, ocho válvulas, refrigeración líquida e inyección electrónica que trabaja en conjunto con una caja de cambios de seis relaciones con transmisión final por cadena.
La Leoncino “a secas” tiene una imagen muy limpia, que como decía es heredada del modelo 500, un aspecto de naked retro con líneas clásicas, en la que destaca un depósito de chapa estampada, un pequeño guardabarros delantero con un león -muy Peugeot-, un chasis multitubular de acero, y un sistema de iluminación con un faro elipsoidal de iluminación led con el logotipo de la marca y el modelo presidiendo el centro del mismo.
En la parte trasera, encontramos un asiento corrido a doble altura con diferenciación de piloto y acompañante de buen tamaño para rodar a dúo, y una instrumentación trasera también compuesta de ledes. En el lateral destaca un sistema de escape 2 en 1 con una salida bastante grande.
Viene muy bien equipada en cuanto a componentes de la parte ciclo, entre los que destacan una suspensión delantera invertida con barras de generoso diámetro de 50 mm, firmada por Marzzochi y un equipo de frenos Brembo con discos de 320 mm semiflotantes y pinzas monoblock de cuatro pistones y anclaje radial, atrás también monta un generoso equipo de frenos, con un disco de 260 mm y pinza de un pistón.
La Leoncino Trail, más que una moto tipo trail es una scrambler, algo que puede llevar a equívoco a los compradores. No es una moto que aparentemente esté pensada para grandes incursiones offroad, pero que cuenta con ciertos aditamentos con los que podremos “pistear” con algo más de seguridad que con su hermana sin apellido.
Si tenemos el ojo entrenado podremos ver a simple vista que tiene una mayor distancia al suelo, una horquilla de la misma marca y diámetro de barras pero con mayor recorrido de suspensión, una llanta delantera de 19 pulgadas -en vez de la de 17 pulgadas que monta su hermana-, neumáticos mixtos Pirelli Scorpion STR y un manillar más ancho montado sobre unas torretas sobreelevadas para una mejora de la posición de conducción en estas lides.
En el apartado estético también hay algunos cambios, como la visera del faro delantero, la salida de escape elevada con una doble salida de gases o las tapas laterales traseras de estética “portanúmeros” que nos recuerdan a las motos de cross setenteras.
Sin duda será una gran opción para los que busquen una sustituta a su moto A2, o para los que prefieran iniciarse con una moto limitada con la que poder seguir disfrutando una vez sacado el permiso A. Además de todos los elementos de calidad que hemos citado, también contarán con una instrumentación digital en una pantalla TFT a todo color, que hará las delicias de los más geek, así que si estás interesado, has de saber que está prevista su venta para el próximo año, y si su precio es tan bajo como nos tienen acostumbrados ya puede temblar la Ducati Scrambler.
Jesús Guillermo Pozo
Nací entre las historias de mi abuelo sobre su Derbi 125 Especial y el terrorífico sonido del escape 4 en 1 de la GPX 600 de mi tío y la belleza de su Vmax 1200. Mi padre, fue mi primer profesor con su viejo SEAT 127, y mi madre, cuenta que aprendí las marcas de los coches antes que el alfabeto.COMENTARIOS