Será la nueva naked de Triumph, y llega para convertirse en el modelo de acceso para aquellos que se quieren sumergir en el universo tricilíndrico. La Triumph Trident 2021 fue dada a conocer el pasado mes de agosto, casi como si se tratase de una maqueta (la llamamos gato de escayola). Pensábamos que tardaría en llegar, pero realmente ya llevaban trabajando en ella cuatro años. Ahora la hemos podido volver a ver, vestida de camuflaje y lista para ser presentada de forma inminente.

De hecho Triumph anuncia que la Triumph Trident 2021, empezará a llegar a los concesionarios en la primavera de 2021. Eso equivale a que podemos ir descontando los días que faltan, antes de que sea presentada de forma oficial. Y será entonces cuando conozcamos sus datos que, de momento, son más bien escasos y basados en lo que podemos ver e intuir.

Esta Trident será la tercera generación. La primera, conocida como Triumph Trident T150, vio la luz en los años 60. Luego llegaría la segunda versión a mediados de los 90. Ambas mantuvieron el característico motor tricilíndrico, de 740 cc en el primer caso y luego en versiones 750/900. La futura Triumph Trident 2021 deriva de la actual Street Triple, compartiendo el cárter con ella pero seguramente cubique algo menos de cilindrada.

Teniendo en cuenta que es un modelo más económico que la Triple, se habla de una potencia de entre 75 y 80 CV, perfecta para el A2 sin tener que recurrir a lanzar dos versiones diferentes. Se aprecia la reducción de costes en la horquilla Showa sin regulación, las pinzas delanteras Nissin axiales o la ausencia de piezas mecanizadas o de formas exóticas.

El chasis de acero tubular que se aprecia se combina con un basculante de aluminio de aspecto robusto. La salida de escape está alojada bajo el motor, algo interesante teniendo en cuenta que con la Euro 5 cada vez hay menos espacio para ello. Por encima, una carrocería musculosa, un subchasis recortado con asiento para el pasajero, un guardabarros y portamatrículas flotante y una iluminación LED.

Donde no habrán escatimado es en la instrumentación, con una pantalla TFT. Ahora que disponga de conexión a smartphone parece imprescindible, siguiendo los mismos derroteros que los automóviles. Atrás y lejos parece quedar el gusto por los relojes analógicos y las pantallas de cristal líquido.

Señores de Kawasaki y Yamaha, ojito que Triumph quiere parte del pastel del A2.