Justo cuando todo apuntaba a la victoria de Santiago Herrero en el Mundial de 1970, llegó un accidente mortal con el cual también se puso fin a la historia de la OSSA 250 Monocasco
A pesar de todo lo que ocurrió a finales de los cincuenta, Montesa regresó a la competición por la puerta grande gracias a sus Impala en Montjuïc 1963.
Durante los años treinta el dominio de las máquinas británicas en los segmentos más ligeros se empezó a deteriorar. Eso sí, antes de ello llegaron diseños como el de la New Imperial Model 30.