La Gilera Runner 50 SP es el sumun de los scooter de 49 cm³. Los italianos se propusieron hacer una moto lo más capaz posible para todas aquellas personas que, por razones normativas, no pudieran llevar otros vehículos de mayor cilindrada. Vaya si lo consiguieron.

La Gilera Runner es uno de los dos scooters de 49 deportivos por excelencia. El otro era la Yamaha Aerox y siempre había piques y discusiones sobre cual de las dos era la mejor y la que más corría. Para ser justos, la Gilera Runner venía más “preparada” de fábrica, lo cual también hacía que fuese un vehículo menos práctico para el día a día, por culpa de su mayor consumo de combustible.

El bastidor de la moto es compartido con el de su hermana mayor, la Gilera Runner 125. Está fabricado en tubos de acero y cuenta con refuerzos estructurales para digerir la potencia extra y el uso sport que se le presupone a este modelo. La suspensión delantera es uno de sus puntos fuertes: monta una horquilla invertida de 75 mm de recorrido.

Para la amortiguación trasera se recurre al clásico monoamortiguador lateral que ancla el subchasis con el variador del motor, el cual hace las veces de basculante monobrazo. En el apartado de frenos, la Runner incorpora una pareja de discos hidráulicos. El delantero es de 220 mm y lo muerde una pinza de dos pistones, mientras que atrás se recurre un monodisco de 175 mm.

Gilera lleva vendiendo esta moto desde 2005. Durante sus primeros años, a parte de la SP, también se vendía una versión llamada Pure Jet, que recurría a un sistema de inyección electrónica para alimentar el motor en vez de emplear los vetustos carburadores. El problema es que la inyección electrónica de combustible y los motores de dos tiempos nunca se han llevado muy bien. La Gilera Runner Pure Jet era un quebradero de cabezas ya que era muy propensa a sufrir averías mecánicas, por lo que al final los italianos decidieron retirarla del mercado tras tres ejercicios.

A parte de eso, de la Runner se han hecho multitud de ediciones especiales o limitadas. Los italianos aprovechaban cualquier cosa para ponerle apellidos a la moto, cambiarle el acabado cromático y sacar una variante nueva, para ver si eso animaba las ventas. En resumidas cuentas, la base mecánica y el chasis no ha cambiado durante todos estos años, aunque sí lo han hecho las fibras de la moto y las ópticas.

El motor de la Gilera Runner era su mejor baza. Se trata de un monocilíndrico refrigerado por agua de dos tiempos que también se utiliza en otros modelos del grupo Piaggio. De fábrica monta un carburador de 17,5 mm y gracias a eso se conseguía, en parte, ese extra de potencia respecto al resto de motos de 49 cm³ .

La Gilera Runner corre, y corre mucho para ser una moto de 49 cc. Si se le quitan los topes en el variador es un vehículo que puede superar los 100 km/h. Se dice que la moto entrega más de 10 caballos de potencia cuando está deslimitada, nada mal para un motor cuyo pistón es del tamaño de un vaso de chupito.

Y por si eso no fuera suficiente, el mundo de las motos 2T siempre ha ofrecido un sin fin de piezas y componentes aftermarket para trucar y mejorar aun más las prestaciones del vehículo. Con estas motos era bastante frecuente que los dueños, sobre todo los más gamberretes, cambiasen el carburador por uno de mayor diámetro. También era usual cambiar el escape, de vital importancia en una moto 2T, junto con retoques en el variador para elevar todavía más las prestaciones. El resultado de todo esto era una moto que podía hablar de tú a tú con las 125, aunque el precio a pagar era un consumo de combustible desmesurado y una fiabilidad mecánica puesta en entredicho.

En resumidas cuentas la Gilera Runner es una moto para esa gente que quiere tener lo más dentro del segmento de 49 cm³ ya que no puede dar el salto a mayores cilindradas. Sinceramente creo que hay opciones mucho más racionales en estas cilindradas, pero para algunos, esta es la única forma de tener una moto prestacional o con un cierto espíritu RACER.

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