Moto del día: Peugeot SV 125

Moto del día: Peugeot SV 125

El legendario scooter francés fue uno de los primeros en ser usado por los oficinistas trajeteados


Tiempo de lectura: 3 min.

A principios de los 90, la marca francesa Peugeot tenía el difícil papel de buscar sustituto para su familia SC (del Peugeot SC 80 os hablamos hace tiempo). Las ventas de este modelo fueron tremendas, al igual que los de la familia ST, pero la competencia venía apretando fuerte. Era el momento de renovarse o morir, y por ello decidieron darle una vuelta de tuerca al diseño: actualizarlo, mejorar los componentes usados y ampliar el equipamiento de serie. Nacía así el Peugeot SV 125, un clásico de nuestras ciudades durante muchos años.

No era nada extraño ver cómo las calles se plagaban, desde que fue lanzada en 1992, de versiones del Peugeot SV. El más interesante era el SV 125 (sobre todo en Francia, donde se pudo llevar con el B desde 1997), y que se alzaba como el más potente de una familia compuesta además por versiones de 50, 80, 100 (dos tiempos) y una tardía de 250 cc (cuatro tiempos) con motor Honda. Su vida comercial terminó en 2004, tras 12 años en el candelero.

Ahondando en el modelo que nos ocupa, el SV 125, quedaba claro el aire de familia francés (y el estilo noventero, explotado también por las marcas japonesas). El chasis monotubo era una evolución del usado en la familia SC, al que iba anclado el propulsor de dos tiempos y 124,5 cc (55×52,4 mm). La potencia máxima era de 8,5 CV a 7.000 vueltas, suficiente para mover con mucha soltura un vehículo que, en vacío, solamente pesaba 94 kg. Hay que tener en cuenta que, como el SC, desnuda podría verse que el desarrollo había sido compartido (o usada como base) con el Honda Yupi.

Peugeot SV 125 01

Cuadro Peugeot SV 50 – Fotografía: jayzzz (Bikepics.com)

Os podéis imaginar lo terriblemente ágil que es este scooter, si al bajo peso le añadimos unas llantas de solamente 10″ de diámetro (hoy en completo desuso), con estrechos neumáticos de 100/90. A alta velocidad, hay que reconocer que la agilidad se convertía en nerviosismo, y el pilotaje empezaba a ser digamos que “interesante”. Esta versión estuvo a la venta del 91 al 94, para luego dar paso a la SV 125 L (95-98), cuyo motor había sido afinado y daba 9,5 CV. En este caso la velocidad punta era de 110 km/h, sin aumento apreciable en el peso.

Una de las mejoras fue incluir un freno delantero de disco de 190 mm, el freno de tambor se dejó exclusivamente para el ciclomotor. Iba mordido por una pinza de un pistón anclada a una horquilla de bieletas con dispositivo antihundimiento mecánico. Detrás iba una tradicional suspensión oscilante con motor basculante y un freno de tambor (110 mm). No se necesitaba mucho más. El depósito, que podía albergar casi 9 litros, iba situado en la plataforma.

A nivel de equipamiento, el Peugeot SV 125 venía muy completo: estárter automático, hueco para el caso bajo el asiento, guantera delantera, instrumentación con indicador de aceite (engrase separado), nivel de combustible, testigo de reserva, arranque eléctrico, cuentakilómetros parcial, reloj digital, etc. Poco más se le podía pedir a un scooter que, de nuevo, se vendió como churros tanto por su precio de venta como por su extremada fiabilidad.

Uno de los clientes favoritos eran los oficinistas trajeteados y encorbatados, y también por las oficinistas, que veían en este scooter una forma rápida y cómoda de llegar a las reuniones o al trabajo sin tener que pelearse con los detestables atascos en hora punta. Aunque el modelo de 125 cc desaparece en 1998, fue la versión de 250 cc la que estuvo a la venta hasta 2002.

Y en cierta medida, este SV fue uno de los pilares de los maxiscooters de más de 125 cc. Pero eso será, posiblemente, otro capítulo. Terminó siendo sustituido por el Peugeot Elyseo, un modelo con una orientación completamente diferente.

Calcula cuánto cuesta asegurar un Peugeot SV 125 con nuestro comparador de seguros.

Comparador de seguros de coche
COMPARTE
Sobre mí

Ender

Japan Rules!!

COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.