La Honda XL 125 V Varadero es una moto muy especial. Estamos ante una trail con motor bicilíndrico en V de octavo de litro, tres elementos que creo que en toda la historia del motociclismo solo se han combinado juntos en este modelo, lo cual hace que en cierta media esta moto sea única en el mundo.
Vamos a poner las cosas en su contexto y a explicar las razones por las cuales la firma japonesa pudo hacer una moto así. La Honda Varadero 125 vio la luz a comienzos del siglo XXI, justo en los albores de la convalidación. La nueva norma que se estaba gestando iba a permitir a los poseedores del carné B de coche conducir motocicletas de hasta 125 cm3 y 15 CV de potencia máxima con tres años de experiencia… con coches.
Con esta maniobra se abrió de golpe el mercado de las 125 a un gran número de nuevos moteros. El problema es que por aquel entonces la práctica totalidad de las motos de octavo de litro daban unos 10 CV en el mejor de los casos, a excepción de los motores de dos tiempos, que obviamente no eran ni de lejos la opción más recomendable para los noveles.
Además, se daba otra circunstancia muy interesante fruto de esta nueva legislación, y es que los nuevos conductores que iban a recalar en el segmento de las 125 no eran precisamente personas jóvenes con pocos ingresos, sino que en muchos casos se trataba de un público más adulto con una situación económica holgada.
Con este caldo de cultivo algunos fabricantes como Honda vieron que era muy interesante ofrecer motos de 125 premium, de diferentes segmentos que a priori no se ofertaban en esta cilindrada por carecer de sentido con cubicajes tan reducidos. A fin de cuentas, había una gran masa de compradores dispuestos a pagar mucho dinero a cambio de la mejor 125, puesto que tenían sus carteras abultadas y además no podían comprar nada más grande.
Y básicamente así es como Honda sacó al mercado su mini trail. Lo de mini hace referencia al motor, puesto que en persona estamos ante una moto de apariencia grande y que puede confundirse fácilmente por modelos que la cuadriplican en cilindrada. Y esa era una de sus grandes bazas: una moto que parecía grande para personas que no podían conducir motos grandes.
El modelo tomaba el nombre de su hermana mayor, la Honda XL 1000 V Varadero; XL por ser las siglas que utiliza Honda para denominar a sus trail, como la Honda XL 600 V Transalp, y la V era por la colocación de sus dos cilindros.
Volviendo a la Lavadero Varadero 125, estamos ante una moto de calidad superior para lo que nos tienen acostumbrados las octavo de litro. Todos los mandos, las botoneras, los ajustes, los guarnecidos, los detalles, etc. estaban hechos con el máximo cuidado y nada tenían que envidiarle a las Honda de gama alta. No en vano esta moto se venía por 5.200 euros, una cantidad por la que en su día -y casi que en la actualidad también- podías comprarte motos de 500 cm3 de primeras marcas.
Mecánicamente se recurría a un moto bicilíndrico en V a 90 grados con dos válvulas por culata y refrigeración líquida. Los japoneses se decantaron por esta solución puesto que en aquella época la tecnología aún no era suficiente como para dar los 15 caballos con garantías empleando un solo cilindro.
Con los años las mecánicas fueron evolucionando, y cuando los fabricantes supieron ofrecer esos 15 CV con un único pistón entonces este tipo de motores dejaron de tener sentido en estas cilindradas, puesto que su mayor coste de fabricación y la ausencia de ventajas apreciables los dejaron fuera de circulación.
El propulsor era idéntico al que utilizaba la Honda VT 125 C Shadow, una mecánica de carrera corta que alcanzaba las 12.500 vueltas sin problemas gracias a su cilindrada unitaria de tan solo 62,5 cm3. Este motor se caracteriza por tener un tacto suave y aterciopelado, casi eléctrico. No genera vibraciones de ningún tipo a ningún régimen. Lo malo es que adolece de una falta bestial de bajos y hay que revolucionarlo mucho si se le quiere extraer todo el jugo.
En cuanto a su parte ciclo, la Honda Varadero 125 ofrecía componentes sencillos, acordes a la potencia de la motocicleta, pero bien dimensionados y de calidad contrastada: horquilla convencional, monoamortiguador trasero y frenos de disco en ambos ejes son sus principales rasgos.
En cuanto a posibilidades de uso, lo cierto es que la Varadero, como buena trail, sirve tanto para un roto como para un descosido. Como casi todas las 125 su zona de confort es la ciudad y los desplazamientos del día a día por la urbe. En este contexto adolece de falta de bajos y de una maniobrabilidad algo reducida en comparación a otras octavo de litro.
Sin embargo, lo que pierde en ciudad lo gana en carretera, ya que ofrece una protección aerodinámica razonable y una postura de conducción confortable y erguida. El bicilíndrico en ciudad no tiene fuerza, pero cuando sales a carretera y comienzas a revolucionarlo respira bien y es capaz de mantener cruceros sostenidos a unos 100 km/h sin sufrir demasiado, a diferencia de las tradicionales 125 de aire que se mueven en la zona de los 85-90 km/h. La punta en condiciones favorables es de unos 125 km/h.
En cuanto a consumos, no es una moto especialmente austera. El conjunto es grande y pesado para ser una octavo de litro y esos dos cilindros siempre van a tener más rozamientos que si fuera uno solo, por lo que las medias rondan los 3,5 l/100 km.
Huelga decir que de la Honda Varadero 125 hubo dos versiones. La primera estuvo vigente desde 2001 hasta 2007, año en el cual sufrió un restyling que tenía como principales novedades la renovación de su faceta estética por una más actual, y la incorporación de un sistema de inyección electrónica al motor bicilíndrico.
La Honda XL 125 V Varadero es otra de esas ocasiones perdidas, como yo las llamo. Es de esas veces que un fabricante roza la perfección, que tiene la receta del éxito a un pequeño cambio de distancia, pero entonces inexplicablemente decide no hacerlo y dejar el trabajo a medias.
Sacar esta moto con 125 cm3 tenía mucho sentido por lo anteriormente mencionado, pero si en Honda hubieran sido más ambiciosos, podrían haber cogido esta base y colocarle un motor algo más cañero, de entorno a 500 cm3, entonces tendríamos la trail de media cilindrada perfecta y un escalón intermedio entre la Varadero 125 y la Varadero 1000.
Esta moto es querida y apreciada por un buen número de moteros que saben ver su singularidad. Además, hoy en día seguimos estando ante una de las mejores 125 que hay a la venta, puesto que es raro que los fabricantes se atrevan a probar con soluciones bicilíndricas en estas gamas, aunque tenemos un ejemplo moderno, la Hyosung GV 125S Aquila.
Es por ello que los precios de segunda mano son algo elevados. Por unidades en un estado de conservación aceptable hay que desembolsar algo menos de 2.000 euros. Si os planteáis comprar una, revisad el cuadro de relojes, puesto que era propenso a dar fallos, especialmente en las unidades prestyling.
Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.Hola, mejor carburación o inyección y por que???
Si puedes elegir… inyección de cabeza, siempre que te de el presupuesto y que no haya una diferencia brutal de precio entre ambas. El V-Twin 125 de honda es un motor que a carburación también va muy bien y no le cuesta arrancar en días gélidos ni nada. Pero más que nada yo me decantaría por la inyección ya que a largo plazo es más fiable, ya que los carburadores tienen piezas mecánicas que con los años acaban dando problemas y quebraderos de cabeza como las membranas de los carburadores, el starter, etc… He tenido un par de Hondas a… Leer más »
Hace 10 años tengo la mía a carburador y jamás tuve ningún percance,las de inyección también se pueden romper y arreglar es mucho más caro. Eso es segun el cuidado que le des a la moto.