A principios de los 70 las Honda habían tenido destacables participaciones en las pistas de enduro, especialmente en Norteamérica. En 1972 llega al mercado la saga XL, con motores de cuatro tiempos: 250, 350 y 500. La XL500 se diseñó específicamente para enduro, aunque también compitió en motocross, pista, hielo y asfalto. La publicidad presumía de tener mayor recorrido de suspensión que sus competidoras, un motor bien equilibrado y casi 26 centímetros de altura libre al suelo.
Se puede distinguir visualmente por su llanta delantera de 23 pulgadas o el depósito de gasolina decorado en amarillo, rojo y negro. Era una moto de propósito doble: enduro y uso diario como utilitaria, así decía el anuncio en Estados Unidos: “Es una moto sucia que puede hacerlo todo, desde las tardes en el circuito hasta excursiones de acampada en los altos pinares o el lado salvaje del sur de la Baja [California].” Se fueron ganando una reputación de motos fiables, económicas y eficaces.
Hasta aquí, puede que este modelo no tenga nada de especial, pero ha participado en una de las más míticas escenas de motos en el cine: la persecución de los soldados nazis a Indiana Jones y su padre tras huir del castillo de Brunwald. Aunque podrían parecer antiguas BMW las utilizadas por las huestes alemanas, en realidad eran XL500S del 77 con un toque de caracterización; Indy y su padre huían en una copia rusa de la BMW R71 con un sidecar. Esta escena fue añadida en la película a posteriori para dotarla de más acción en su segunda parte, no estaba en el guión original.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes), las motos siempre me han inspirado mucho respeto, y sin saber cómo, ya me han enganchado.COMENTARIOS