En el año 2001 se presentaba en el mercado la evolución de la Ducati Monster 900, punto de partida de la saga de nakeds más famosa de la marca italiana. El relevo se llamaba Ducati Monster S4 y venía con una serie de mejoras para seguir estando en el candelero del segmento compitiendo con las mejores del momento. Para esta nueva versión del “monstruo” italiano los de Borgo Panigale no escatimaron en nada para conseguir, además de una motocicleta más suave y fácil de conducir, una versión mejorada en todos los aspectos.
Como casi siempre, y como venía siendo habitual en todos los productos de la marca, se le dotó de componentes de primera calidad, garantizando así un resultado excepcional, tanto a nivel parte ciclo como mecánicamente hablando, con la incorporación del propulsor de 916 cc que había estado usando su hermana la Ducati 916 hasta la añada de 1999 y que incorporaba la Ducati ST4 del momento.
Poco que decir del bicilindrico a 90º con distribución DOHC accionada por correas dentadas y su funcionamiento. Como siempre, y destacando en medios y bajos el motor de Ducati, aprovechaba al máximo cada uno de los 101 CV a 8.750 RPM declarados por los italianos para su nueva S4.
La nueva Ducati Monster S4 venía con la intención de competir de tú a tú con las rivales que componían el surtido segmento de las naked de gran cilindrada, y para ello la marca italiana dotó a su nueva criatura de componentes de primera calidad y eficacia
Además, y aprovechando la incorporación del propulsor en la naked italiana, los de Bolonia suavizaron el funcionamiento de este, intentando que fuera lo menos brusco posible sobre todo a bajas revoluciones y su uso en modo urbano. Se filtraron en la medida de lo posible las vibraciones provenientes del V2 dotándola de un mejor tacto en el embrague y también se trabajó en la posición de conducción con un manillar más alto, que obligaba menos al piloto y cargaba en menor medida las muñecas de este.
No se escatimó en cuanto a parte ciclo se refiere y los componentes de la misma, con un chasis tubular de acero y el basculante fabricado en aluminio. La suspensión delantera se dejó a cargo de Showa ,que con una horquilla invertida formada por sendas barras de 43 mm garantizaba el control absoluto del tren delantero.
Para la parte posterior un monoamortiguador progresivo Sachs era el encargado de filtrar cualquier irregularidad del firme, además de ser regulable en tres vías y de disponer de un recorrido máximo de 148 mm con el que poder decidir el ajuste indicado para nuestra conducción.
La frenada no iba a ser menos, y como en la mayoría de ocasiones los hombres de Ducati confiaron este elemento a Brembo, que dispuso para la Monster S4 de un doble disco de 320 mm en el eje frontal mordido por pinzas de cuatro pistones y un disco de 245 mm en la zaga con pinza de doble pistón para su accionamiento. Todo ello quedaba apoyado en llantas y neumáticos con medidas 120/70 R17 en su parte anterior y 180/55 R17 en la posterior.
Los de Bolonia decidieron montar el bicilíndrico de 916 cc que tan buenos resultados había dado en su deportiva y ahora en el modelo ST4, mejorando la suavidad y funcionamiento de uso, gracias en parte a una revisión tanto en su parte mecánica como en la gestión electrónica del motor
Las cotas finales de la nueva Ducati Monster S4 eran mayores que el modelo Monster 900 ie que le precedía, quedando la longitud total en 2.120 mm, con una distancia entre ejes de 1.440 mm y la altura libre desde el suelo a la base del asiento en 803 mm, declarando un peso en vacío de 193 kilogramos.
A nivel de equipamiento y nuevamente como solo los italianos saben hacer, la S4 venía con detalles únicos en la categoría, con los que se distinguía claramente que estábamos ante un producto de calidad y fabricado pensando en todos y cada uno de los detalles.
El uso por ejemplo de la fibra de carbono en su guardabarros delantero, tapa lateral del motor o los protectores de escape, así como una cúpula de nueva factura, tapa trasera para cubrir el asiento del pasajero o una preciosas llantas Marchesini de cinco palos fabricadas en fundición de aluminio, denotaban el esmero y buen hacer de los transalpinos en cada uno de sus productos.
El cuadro de mando destacaba por un diseño funcional, aunando sendos relojes analógicos con pequeñas pantallas digitales de información, así como un surtido equipo de indicadores en medio de estos. Además, y por primera vez en el modelo incorporaba un inmovilizador de seguridad en el contacto.
La Ducati Monster S4 se mantuvo desde ese mismo año 2001 hasta el 2003, momento en el que una nueva versión mejorada denominada S4R venía para darle el relevo. Con un precio de 12.500 euros se colocaba como la más cara del momento en el segmento de la naked de gran cilindrada, incluso por encima de la recién llegada Kawasaki Z 1000 en el año en que Ducati hacia el relevo de su S4, pero es lo que tenía el querer distinguirse de los demás con una motocicleta con un carácter y personalidad propia fuera de toda duda.
J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.COMENTARIOS