Moto del día: Kawasaki Z 400

Moto del día: Kawasaki Z 400

La esencia Z a la medida del carné A2


Tiempo de lectura: 4 min.

Fijemos hoy nuestra mirada en la Kawasaki Z 400. Hablar de las Z de Kawasaki es hablar de una familia de motocicletas que se han estado vendiendo como rosquillas en los últimos tiempos. La clave del éxito siempre ha estado en el escalón intermedio: en la gama Z 750, Z 800 y ahora con la reciente Kawasaki Z 900. Pero los de Akashi han querido seguir tirando de la gallina de los huevos de oro y por eso han ampliado la gama hacia las cilindradas inferiores, aprovechando el tirón que tiene la marca.

La Kawasaki Z 400 se presentó hace unos pocos años como una evolución de su predecesora, la Kawasaki Z 300, que todavía estaba basada en el motor de la vetusta Kawasaki Ninja 300. Con la nueva Z 400 se ganaba ese poquitín de cilindrada extra y ya se plantaba como una alternativa muy seria y válida para el carné A2, pudiendo competir de tú a tú con los grandes referentes naked de la licencia intermedia como la KTM 390 Duke o la exitosa Honda CB 500 F.

Esta moto se perfila así como una propuesta utilitaria, racional y civilizada, ideal para todos aquellos que se acaban de sacar el carné y que andan en busca de su primera moto “gorda”. A grandes rasgos se trata de una modelo tirando a amable y sencillo pero con una estética cañera, siguiendo los cánones de sus hermanas mayores y que busca atraer a los públicos jóvenes. A la hora de la verdad busca más la polivalencia que la deportividad. Quien quiera algo lo más sport posible, encontrará en la Duke una mejor apuesta.

Kawasaki Z 400 02

Si repasamos sus especificaciones técnicas vemos una puesta de largo sencilla, pero acorde a los cánones del segmento. El motor es un bicilíndrico en paralelo de 399 cm3. Eroga 45 CV, aunque hay que estrujarle para sacar su potencial, ya que el régimen de potencia máxima se sitúa a 10.000 RPM.

En cuanto a ciclística, no arriesga y presenta un conjunto sencillo pero armónico y acorde a la potencia y orientación del modelo. La horquilla frontal es de tipo convencional, con barras de 41 mm y sin posibilidad de ajustes. Atrás encontramos un monoamortiguador central ajustable en precarga. En el apartado de frenos tenemos un único disco delantero de 310 mm con una pinza de anclaje axial de dos pistones.

La parte positiva es que el peso juega a su favor con tan solo 165 kg en orden de marcha, 24 por debajo de la Honda CB 500 F, la referencia del segmento. Y ya sabéis lo que se dice: prefiero que me quites 10 kilos a que me des 10 caballos. La comparativa con la Duke es necesaria.

Kawasaki Z 400 12

Por un lado, la moto austro-india presenta una mejor parte ciclo con la horquilla invertida y el freno con pinza radial, aunque en el día a día el bicilíndrico de la japonesa necesariamente ha de ser un motor más dulce y llevadero que el monopistón de la Duke. Cuestión de preferencias.

La Yamaha MT-03 es otra que anda por ahí en esta pugna. Los de Iwata tienen sus propias armas. La parte ciclo ralla a un buen nivel, similar a la de la KTM 390 Duke. En cuanto al motor, una de cal y una de arena. Cuenta con dos pistones (bien) pero tiene una raquítica cilindrada de 321 cm3, que a la hora de la verdad penaliza la entrega de sus 42 CV de potencia, que se encuentran muy arriba en el cuentavueltas.

Mirándolo así, la Kawasaki Z 400 se encuentra en un equilibrio muy cómodo. Quien quiera la moto racional, elegida con una hoja de Excel y pensada para usar y durar tiene la Honda. Quien quiera la moto cañera tiene la Duke o la MT-03, y quien quiera racionalidad y polivalencia pero con algo de picante, esta Kawa puede ser la combinación perfecta.

El problema que le veo a esta, y a la MT-03, es que pierden frente a sus hermanas mayores. Las gamas de entrada, aquellos antiguos 250 cm3 , no han parado de crecer para acercarse a esos tan ansiados 48 CV del carné A2 y esto ha hecho que cada vez haya menos hueco entre estas y las bicilíndricas de 650, la Kawasaki Z 650 (antes Kawasaki ER-6n) y la Yamaha MT-07.

Y es que en verdad las diferencias de precio son reducidas, unos 1.000 euros, y a cambio te llevas más moto, con más motor, mejor parte ciclo y que a los dos años puedes deslimitar y seguir progresando. Es por ello que la Kawasaki Z 400 tiene el enemigo en casa con la Z 650, y si me apuras, también con la Z 900 A2, que aunque parezca una locura, se vende bastante bien entre los noveles de la licencia intermedia.  No obstante, si quieres una, por 5.600 euros no deja de ser una buena compra.

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Sobre mí

Gonzalo Lara Camarón

Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.

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