Con un claro guiño a la SS100 Pendine de 1927, esta motocicleta continúa el altísimo nivel de calidad marcado durante los primeros tiempos de la marca.
Definido por su habilidad pilotando pero también trabajando sobre la mecánica, Santiago Herrero pudo haber sido un gran campeón mundial de no haber encontrado su fin en el TT de la Isla de Man.