Tan sólo un año después de presentarse la Derbi Variant, ésta tuvo una versión TT en la que se recogía buena parte del espíritu de los ciclomotores de Cross.
Fue la primera actualización de la Montesa Cappra, incrementando la oferta de cilindradas al incluir la versión 350 junto a un centro de gravedad mejor estudiado.
A pesar de todo lo que ocurrió a finales de los cincuenta, Montesa regresó a la competición por la puerta grande gracias a sus Impala en Montjuïc 1963.