Creada de forma artesanal a partir de piezas abandonadas en el campo de batalla, la MSS es una de las motocicletas más grandes y brutales de todo el siglo XX.
Creada para dominar la Fórmula 750, la TZ 750 resultó ser una de las motocicletas más decisivas en la evolución de las máquinas enfocadas a la velocidad.
Cuando apareció en 1968, la DT-1 sintetizó a la perfección lo que estaba pidiendo una buena parte de la juventud estadounidense con ganas de iniciarse al Motocross.
La llegada a los concesionarios de la YZ M250 en 1975 puso a disposición de los piloto-cliente el laureado sistema de amortiguación trasera puesto en práctica por Yamaha durante el Mundial de dos años antes.
Más allá de la icónica SS100, la SS80 estuvo en producción desde varios antes que ésta iniciando así la más que merecida imagen de calidad relativa a la marca.
Durante los años treinta el dominio de las máquinas británicas en los segmentos más ligeros se empezó a deteriorar. Eso sí, antes de ello llegaron diseños como el de la New Imperial Model 30.