Presentada en 1951, la R51/3 básicamente era una evolución de la R5 de 1936 hablando así sobre la dura situación atravesada por la marca después de la Segunda Guerra Mundial.
Cuando apareció en 1968, la DT-1 sintetizó a la perfección lo que estaba pidiendo una buena parte de la juventud estadounidense con ganas de iniciarse al Motocross.
Destinada a imponerse en las 24 Horas de Montjuïc, la Bultaco TSS 360 24 Horas fue una gran apuesta a fin de defender el orgullo de la marca en su propia ciudad.
Aunque recurría a la estética clásica de las primeras YD, la YD125 de 1989 no continuó con la marcada identidad mecánica de sus antecesoras en la misma saga.