Presentada en 1951, la R51/3 básicamente era una evolución de la R5 de 1936 hablando así sobre la dura situación atravesada por la marca después de la Segunda Guerra Mundial.
Cuando apareció en 1968, la DT-1 sintetizó a la perfección lo que estaba pidiendo una buena parte de la juventud estadounidense con ganas de iniciarse al Motocross.