Creada para dominar la Fórmula 750, la TZ 750 resultó ser una de las motocicletas más decisivas en la evolución de las máquinas enfocadas a la velocidad.
Cuando apareció en 1968, la DT-1 sintetizó a la perfección lo que estaba pidiendo una buena parte de la juventud estadounidense con ganas de iniciarse al Motocross.